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La NFL en rosa

La NFL debe permitir a DeAngelo Williams seguir usando el rosa

El jugador ha pedido a la NFL que le permita seguir usando toda la temporada la ropa que en octubre se dedica a concienciar sobre el cáncer de mama. La respuesta ha sido "no".

Actualizado a
Las equipaciones rosas ya son una tradición cada mes de octubre en la NFL.
Kena KrutsingerGetty Images/AFP

Esta semana la NFL ha prohibido a DeAngelo Williams usar prendas de color rosa durante toda la temporada. Para la NFL la uniformidad es esencial y no se quieren hacer excepciones. A lo largo de todos estos años han sido muchos los jugadores que han pretendido hacer cambios en su uniformidad para dar notoriedad a reivindicaciones más o menos razonables y la respuesta siempre ha sido un “NO” rotundo, lo que no ha impedido que más de uno se pusiera las botas o lo que fuera que hubiera amenazado con utilizar,… para llevarse la consiguiente multa de la NFL.

Pero yo creo que el caso de Williams es especial. Y no solo porque su madre falleciera en 24 de mayo de 2014 de cáncer de mama.

Entiendo que la NFL piense que, si levanta la mano en un caso, está abriendo la espita para que todo el mundo empiece a inventarse motivos importantísimos para ponerse la ropa que le apetezca. También entiendo que la NFL tenga su propia política comercial y de marketing de la que no tienen por qué aprovecharse los jugadores para dar relevancia a sus propias reivindicaciones personales. Si fuera esa la cuestión, estaría completamente de acuerdo con la decisión.

Sin embargo, creo que la NFL ha perdido una oportunidad de oro para dar mayor relevancia a una cruzada que se supone que ha hecho propia. Y por el camino, también ha dejado pasar un detalle que habría humanizado esa batalla que pretende dar en la lucha por la salud de la mujer con un regalo que se convierte en un tesoro para cualquier campaña de marketing: la posibilidad de personalizar el problema, de crear héroes que aumenten el impacto.

Así que no critico el "no" a DeAngelo Williams por el hecho del “no”, sino por la falta de cintura, de inteligencia y de habilidad desde el punto de vista comercial, en el que se supone que la NFL ha sido siempre magistral. Que un jugador de la NFL mantenga viva la campaña del rosa durante toda la temporada por motivos personales que puedan tocar la fibra sensible del público, tendría una repercusión más que positiva en un asunto que presuntamente le interesa a la institución. No creo que fuera un problema que cuando la madre, mujer o hermana de un jugador viviera un drama similar, se valorara institucionalizar ese último homenaje.

La decisión no hace más que confirmarme en la opinión que siempre he tenido: el mes dedicado a la mujer en la NFL cada vez tiene más repercusión porque la NFL cada vez gana más dinero con el asunto. Os confieso que nunca me ha gustado la NFL en rosa y que, si por mi fuera, no existiría. Pero ya que está, que se haga con auténtico sentido filantrópico y entregándolo todo, no repartiendo beneficios de forma torticera.

Cuando decidíamos sobre qué asunto debatir, Pepe me adelantaba que las Fuerzas Armadas de EEUU pagan para patrocinar las semanas que la NFL dedica a honrar a su ejército, mientras que la campaña rosa es altruista en ese sentido. Ninguna empresa ni institución paga porque la NFL dedique un mes entero a concienciar sobre el tema. Eso no se puede negar, ni que la NFL aporta muchísimo dinero a la causa, que proviene de una parte los beneficios conseguidos por la venta de productos de color rosa. Sin embargo, tampoco vamos a ocultar que la NFL encontró ahí el filón perfecto. Una línea de ropa y complementos nueva, popular, y que se vende sola. Yo también me apuntaría a altruismos como ese.

Por tanto, creo que la NFL se equivoca diciendo que no a DeAngelo Williams tanto en el aspecto humano como en el comercial. Por un lado demuestra poca cintura, falta de tacto y bastante poco compromiso real con una de las causas que presuntamente abandera. Por el otro, confirma que para ellos la moda de otoño está dominada por el rosa, pero que la campaña es improrrogable, como en los teatros. Y a partir de Halloween, y a otra cosa mariposa.