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80 años de Woody Allen

Woody Allen: 80 años de cine y de pasión por el deporte

Cumple 80 años y es buen momento para recordar su vinculación con el deporte a través de una entrevista concedida a L'Equipe en 2001. "Puedo citar cada resultado de Jordan...".

Actualizado a
Woody Allen, en el estreno de 'Magia a la luz de la luna'.
LUCAS JACKSONREUTERS

"Cuando pensaba en elegir un pseudónimo me sonaba bien Allen y Mel Allen todavía mejor, pero en los 50 no te podías llamar así porque Mel Allen era la estrella de los New York Yanquees. Era difícil rivalizar con él y me tuve que conformar con Woody”. Habla Allan Stewart Konigsberg, Woody Allen para el mundo, un judío que nació en Brooklyn hace hoy 80 años y que se ha convertido en uno de los mejores cineastas de todos los tiempos. Su personalidad y sus películas giran entre la neurosis y el humor, entre el psicoanálisis y la risa. Sin embargo, el cómico que se convirtió en mito de la intelectualidad reveló a L'Equipe en 2001 que el deporte es otra de sus pasiones “porque es como la vida, es la vida”. Ya le vimos vestido de tenista en Annie Hall, jugando al squash en Manhattan o como periodista deportivo en Poderosa Afrodita. Por no mencionar su película Match Point, una obra maestra con trasfondo tenístico que nos recuerda que es "mejor tener suerte que ser bueno". Woody ama tanto a Bergman como a Muhammad Ali. Dijo que le gustaría reencarnarse en las yemas de los dedos de Warren Beatty, pero entonces, seguro, todavía no había visto todavía aquella canasta de Jordan en Utah. Aquí reproducimos un extracto, por temas, de aquella inolvidable entrevista en L'Equipe

La afición

“Mi padre me enseñó el culto al deporte y me hizo apreciar lo que esta actividad tiene de atrayente e interesante. Él amaba el deporte. Su propio padre le consiguió una plaza de mascota en los Brooklyn Dodgers,uno de los equipos de béisbol más populares de Nueva York. En nuestra casa la radio estaba siempre encendida; escuchábamos los partidos en directo,pegados los unos a los otros. También he tenido la suerte de conocer a grandes atletas. Me he cruzado con el boxeador Sugar Ray Robinson o Muhammad Ali. Siempre me ha gustado hablar con los campeones y evocar los grandes acontecimientos”.

El niño

Woody Allen, tenista aficionado en Annie Hall.
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Woody Allen, tenista aficionado en Annie Hall.

“De joven era bueno en el deporte, era rápido y con reflejos. Jugaba cada día al béisbol y era segunda base. Ahora pensarán que soy una completa nulidad, pero yo era el mejor de la escuela y a los 14 años pensé en ser profesional. Entonces comencé a escribir gags y eso me permitió ganarme la vida de una forma más racional, porque en el deporte siempre hay alguien mejor que tú”.

Forma de ligar

Match Point: sensualidad, tenis, intriga y Scarlett.
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Match Point: sensualidad, tenis, intriga y Scarlett.

“A los 30 años me aficioné al tenis. Creo que el tenis y el golf son buenos sitios para ligar. De joven leía periódicos deportivos, pero cuando empezaron a interesarme las chicas descubrí que ellas hablaban de cosas como la literatura, de las que yo no tenía la más mínima idea. Por eso comencé a leer libros”.

Espectáculo y deporte

“El deporte es todo lo que el teatro debería ser y no termina de ser. Cuando vas al teatro, te dejas llevar pero intuyes hacia dónde te está llevando la historia.Hay momentos de placer,pero no son demasiado sorprendentes. Sin embargo, si vas al Madison a ver a los Knicks la proporción es inversa. El partido puede ser divertido o aburrido, pero en general eres incapaz de prever lo que va a suceder. ¿Conocen alguna película o alguna obra de teatro que pueda decidirse como un campeonato en cinco o diez segundos?”.

La cultura

“Me siento más a gusto delante de un ring de boxeo o en una cancha de baloncesto que en un concierto. Es más fácil identificar a Evander Holyfield o Allen Iverson que al Maestro Cantor o al Hollandis Volant. Esto no quiere decir que no me guste poner un disco de Wagner de vez en cuando. No puedo renegar del deporte porque me gusta lo bonito y lo sorprendente. A Hemingway y a Steinbeck también les gustaba. Creo que el deporte tiene una profundidad tan estimable como la que se le supone a la literatura o a la música. Ofrece un campo de valores infinito, resume la vida, es
la vida. El deporte es inútil y vano, pero tiene sentido cuando nosotros decidimos dárselo”.

Los mitos

“En Estados Unidos el público considera a los viejos campeones, como el tenista Bill Tilden,el nadador Johnny Weissmuller o el atleta Jesse Owens, como los héroes incomparables de una edad de oro inaccesible. Hay que admitir, no obstante, que los superatletas de hoy son más impresionantes. Cuando era pequeño, todos decían que el boxeador Jack Dempsey, el jugador de béisbol Babe Ruth o el golfista Bobby Jones jamás serían imitados. Pero la realidad demuestra lo contrario.

Joe Louis

Recuerdo que nadie parecía que pudiera igualarse a Joe Louis. Era el boxeador perfecto, una clase de dios viviente, el más grande peso pesado de la historia... Pero no hubiera podido nunca con Muhammad Ali, no era lo suficientemente rápido, no hubiera dado la talla (...). Aunque para mí el mejor boxeadorera Ray Sugar Robinson,me parece incluso superior a Ali, era un poeta del ring. Chamberlain revolucionó el basket con su 2,14 de altura, pero ahora cualquier equipo alinea al menos dos jugadores de esa estatura. Ahora el futuro del basket son Iverson, McGrady y Carter”.

Jordan y Willie Mays

“He seguido la trayectoria del jugador de béisbol Willie Mays de la A a la Z, durante más de 20 años. Me ha pasado lo mismo con Michael Jordan. Puedo citar cada resultado, cada jugada...Los campeones son efímeros. Son llamas que brillan y luego se extinguen. Es fascinante ver a un deportista en la cima de su carrera, justo en ese instante en el que no cabe subirmás y sólo queda una opción, precipitarse. En esos momentos el campeón toca lo soberbio, es el más grande de la tierra. He visto eso con Jordan y Mays, un destello que te ciega antes de que todo vuelva a ser normal”.

El boxeo

“Toro Salvaje es la mejor película sobre deporte, pero al final le sucede lo mismo que a otras películas de deporte, que se fijan más en lo que rodea al deporte que en el deporte mismo. Yo boxeé de pequeño. Tenía buenos golpes, pero mis padres no firmaron la autorización médica para participar
en torneos”.