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MIREIA BELMONTE

“Espero que en el año 2016 se cumplan nuestros sueños”

Mireia Belmonte desea a los lectores de AS una Feliz Navidad. La nadadora de la UCAM se vistió de gala y charló de los retos de su año olímpico.

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“Espero que en el año 2016 se cumplan nuestros sueños”
AStv

Imagínese que ahora mismo Fred Vergnoux (su entrenador) le dice: “Mireia, tienes una semana libre. Haz lo que quieras”. ¿Qué haría?

Mireia y su gran detalle con los lectores de AS

Mireia Belmonte baja por el ascensor del hotel Campus de Bellaterra deslumbrante. Su vestido rojo, de Rosa Clará, y sus joyas Rabat acompañan su sonrisa. Junto a ella, Eva Fontela (emup.es), la maquilladora. La nadadora de la UCAM hace un paréntesis en su entrenamiento para desearles felices fiestas a los lectores de AS, un detalle de la mejor deportista española antes de su año mágico.

—Al margen de descansar… Me perdería por ahí, en un sitio cerca del mar, en la playa para estar muy relajada. Siempre me ha gustado el agua y no querría separarme.

—¿Qué hace cuando acaba los entrenamientos en el CAR?

—Estudiar o ver la televisión. Veo las noticias o alguna serie, pero no soy muy aficionada a internet, por ejemplo. Veo lo que me echen y me enganche.

—Aún no ha comentado en los medios cómo le fue la competición de Amsterdam, la primera que hizo en piscina de 50 metros...

—No habíamos preparado ninguna prueba. Nuestro único objetivo era ver cómo me comportaba en piscina de 50 metros después del Open de marzo. Ya habían pasado nueve meses prácticamente desde mi última competición y todos los problemas que tuve en los hombros. Me sentí algo nerviosa al comienzo, pero después me encontré mucho mejor. Aunque no hice mis mejores marcas, para mí fue una competición perfecta y que me da muchos ánimos para encarar el 2016 con garantías.

—No hizo sus mejores marcas, pero superó las cinco mínimas olímpicas. ¿Se esperaba este balance?

—Tanto Fred como yo esperábamos unas marcas peores, por toda la carga de entrenamiento que llevamos desde que comenzamos en septiembre. No era el momento para hacer buenos tiempos, pero ya tenemos las mínimas y está muy bien. Mejor de lo que creíamos.

—Todo se centra en los Juegos de Río el próximo verano, curiosamente la ciudad en la que, en 2006, se proclamó campeona del mundo júnior. ¿Qué recuerda de aquello?

—Tampoco recuerdo mucho porque en las competiciones me quedo con lo positivo, y además pasa todo a veces a la velocidad de la luz. Me acuerdo de que las finales eran por la mañana, algo inusual. Fue extraño competir de esta manera, porque tuve que adaptarme. Fue en una piscina descubierta, hacía mucho sol, pero me encantó el ambiente festivo que había… La gente era muy amable, hospitalaria. Río es especial por todo, por las playas, por la localización y por esas medallas, mis primeros oros mundiales.

—¿Fue su primera experiencia internacional?

—Fue mi segundo viaje fuera de España a causa de la natación. Tenía solo 16 años y estaba comenzando en este mundo. Ese año participé también en la Copa Latina en Sao Paulo. Fue muy bonito.

—O sea, que su amor por Brasil es platónico...

—He ido ya cinco veces. Estuve incluso compitiendo con el club de Regatas de Flamengo, que también tiene un club de fútbol. Me fichó para realizar allí unas competiciones y luego viajé tres veces más. Ya lo conozco todo, la verdad.

—¿Cómo se prepara para una final o una prueba importante? ¿Qué hace en los momentos previos?

—Cada nadador tiene su ritual. Yo tengo muchos, pero todo lo hago de forma natural. Salgo del hotel dos horas antes de la prueba, caliento en seco y luego en la piscina, me pongo el bañador… ¡Y al agua!

—¿Cuánto tarda en ponerse el bañador?

—Si es la primera vez que me lo pongo y tengo uñas, unos 20 o 30 minutos. Es muy ajustado y muchas veces necesito ayuda de mis compañeras. Incluso los rompo a veces, así que tengo que llevar varios por si hay alguna urgencia. Luego, ya viene la fase de relajarse unos 20 minutos y empezar la prueba.

—Y su música que no falte...

—Sí. Depende del día. No tengo una canción fetiche, pero normalmente es reggaeton.

—¿Se ve después de Río con Fred Vergnoux de entrenador?

—Si confían en él, me veo. Si la Federación tiene confianza en su trabajo y todo va como hasta ahora, claro que me veo a su lado. Pero nunca se puede hablar de futuro porque es incierto, aunque me gustaría que sucediese eso.

—¿Qué le entusiasma del márketing y la publicidad?

—Empecé estudiando Económicas hace ya siete años y no sabía en ese momento que me gustaba tanto la publicidad. Con el tiempo me voy dando cuenta de que realmente me apasiona.

—¿Por ejemplo?

—Analizo los anuncios y le intento buscar el contenido, el mensaje que se quiere transmitir. Y cuando mezclo la moda con la publicidad, ya es ideal… Me gusta la teoría y todo lo que voy descubriendo en los estudios. Intento aplicarlo en la vida y en ocasiones pienso:’cómo nos pueden pasar algunas cosas inadvertidas cuando se ven a simple vista’.

—¿Qué le pediría a 2016?

—A este 2016 yo le pediría continuar entrenando con la misma ilusión y con las mismas ganas que tengo ahora. Que me respeten las lesiones, sobre todo la de los hombros, y que se cumplan los sueños que tengo para este año.

—¿Y a los lectores de AS que siguen sus hazañas?

—Que salgamos ya de esta crisis. Que la gente encuentre trabajo y pueda dar de comer a la familia, que tengan sueños, los cumplan y que puedan hacer una vida con absoluta normalidad.