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RUGBY

"Cogí la FER en bancarrota, ahora el CSD nos pone de ejemplo"

Alfonso Feijoo, presidente de la Federación Española de Rugby (FER), hace un repaso a la actualidad del rugby español, situación, retos...

Actualizado a
Alfonso Feijoo, presidente de la Federación Española de Rugby.
PEPE ANDRESDIARIO AS

 —¿Cuál es el estado actual de la FER?

Llegué al cargo hace 18 meses, la encontré en la bancarrota y con esfuerzo y la colaboración del rugby español hemos logrado buenos resultados económicos, sin descuidar los deportivos que era mi gran obsesión. Firmamos convenios con diputaciones y Ayuntamientos para eventos. Gastamos menos de la mitad y en cambio ofrecemos más entrenamientos y resultados a las diferentes selecciones.

 —¿Cómo es ese balance económico?

—El 2015 lo cerramos con superávit de unos 600.000 euros. Seguiremos debiendo 1 millón, pero la situación ha mejorado respecto a cuando entré. Hemos amortizado estos días un crédito de medio millón que teníamos con un banco y eso era fundamental porque vienen las elecciones y si hay nuevo presidente debe saber que el asunto está seguro.

 —El CSD estará contento...

—¡Está encantado! Nos felicita y nos pone de ejemplo en todos sitios, dicho por otras federaciones. Tenemos un plan de viabilidad anual, debemos dar un superávit de 300.000 euros anuales y lo vamos cumpliendo con creces. Así logras más ayudas. Al CSD también le convencen nuestros resultados deportivos: España Sub-19 salió campeona de Europa e irá al Mundial B de Zimbaue. Todos estamos contentos, el rugby español también. Seguiremos así hasta las elecciones.

 —Entiendo que se presenta a la reelección.

—Sí. He implicado a muchos amigos y contactos internacionales en el proyecto. Mi mujer me dice que ya que he pasado lo peor intente saborearlo también ahora.

 —¿Cuándo las ha fijado?

—El CSD nos obliga a hacerla tras los Juegos Olímpicos pero he solicitado un adelanto para mayo o junio. No quiero que el presidente que entre lo haga hipotecado, si no gano quiero que si hay alguien nuevo tenga libertad. Y si no gano y quiero ir a los Juegos me lo pagaré de mi bolsillo. Lo primero es el rugby español.

 —¿Ve a España metiendo a sus dos equipos en Río?

—Es muy difícil, aunque estamos apostando a fondo. Tenemos a los dos equipos con Plan ADO, 14 hombres y 14 mujeres. Los chicos lo tienen deportivamente complicado. También ellas, aunque un poco menos. Nos echarán en los campos, no en los despachos. En el Rugby 7 todo puede pasar.

 —Las chicas del Sevens están en las World Series y el masculino opta a volver en un par de meses a la élite. ¿Cómo condiciona eso económicamente?

—World Rugby paga viajes, hoteles y te ayuda con más de 150.000 euros si estás en la élite. Sería fundamental. Los chicos fueron a Dubai pagado por nosotros y ahora se van a Fiji un mes y ¡se comprometieron a pagarlo los jugadores! A mí eso me abre el corazón, que se paguen el entrenar con la élite.

 —¿Qué ocurrió para que el seleccionador Alberto Socías dejara el equipo nacional?

—Me dijo que sentía que este proyecto no era totalmente suyo. No acepté la dimisión y seguimos juntos. Más adelante me reitera que así no puede seguir y le pido tiempo. Convencí a Tiki Inchausti, que era el coordinador y conocía al equipo, lo que da continuidad al proyecto. Aunque haya quien diga que lo eché, Alberto y yo sabemos cómo fue.

 —También se habla de revuelo en el vestuario. Y ahí está Pablo Feijoo, ex capitán e hijo del presidente de la FER.

—Y esto le perjudica. Cuando salí presidente me dijo 'me has jodido el futuro'. Pablo sonaba para seleccionador de Sevens y cuando entré de presidente obvié esa opción. Por suerte quiere seguir jugando. Y yo tenía claro la vía de Tiki Inchausti. A Pablo no le beneficia que yo sea presidente. Al llegar yo ofreció su dimisión como capitán y sus compañeros no le dejaron. Luego volvió a hacerlo y se cambió de capitán. Ahora todo es más fácil para los dos.

 —Pasamos al rugby XV, llega el 6 Naciones B.

—El tercer puesto de 2015 es un buen aliciente para arrancar. Pero en año post mundial todo puede pasar, hay retiradas, los jugadores tensan menos con sus clubes profesionales... A ver qué hacen Rumanía y Georgia. Los Leones están preparados, con un buen grupo de jugadores que militan en Francia, y como priorizo que haya resultados me pliego a que haya menos jugadores que actúen en clubes españoles. Pero mi reto es que nuestro rugby crezca. Si queremos mejorar lo económico hace falta ganar partidos. La idea es que si los Sub-20 hacen un buen papel en el Mundial, buscar sponsors y armar una academia o concentrarlos para que crezcan.

 —El modelo italiano o el argentino de academias cuesta mucho dinero.

—Se buscarían fórmulas, habría que buscar un equipo técnico 'full time' y llevaría gastos. Pero creo que se puede intentar. Podría haber una tercera competición europea y éste sería un buen escenario para ellos o para una franquicia. Pero si España quiere llegar al Mundial de Japón 2019 hay que mantener al primer equipo e ir armando un segundo con experiencia. Y los franceses nacionalizados irán desapareciendo.

 —La fase de clasificación será en 2017-2018. ¿Por eso ahora se tensa menos a los clubes franceses para que dejen a los jugadores?

—Georgia o Rumanía tienen mucho más dinero y si convocan a un jugador, indemnizan al club de origen. España no puede hacer eso. Nuestros jugadores cobran 75 euros por día de concentración. Si vienen es por compromiso. Nos aportan mucho. Debemos mirar los calendarios también porque quienes pagan los sueldos son los clubes.

 —¿Afectará mucho que Georgia ya esté clasificado?

—Sus partidos no computarán para el Mundial 2019. No afectará mucho porque no habrá una plaza más, pero nos duele que si Europa lo hizo bien metiendo a Georgia, más se le penaliza. Estados Unidos y Canadá lo hicieron mal y tendrán la clasificación más fácil. Al segundo europeo lo abocan a cruzarse con un polinesio.

 —Rivales: Rusia, Rumanía...

—Rusia, con su club Enisei, ganó a Newcastle en competición europea y también a Brive. Su club tiene 3 millones de presupuesto, más que toda nuestra Federación. Su estructura es profesional y nosotros estamos lejos, pero en el campo es otra cosa. Ojalá le ganemos en Sochi.

 —Vayamos a la División de Honor española.

—Ahora el Quesos (VRAC) está arrasando. Y ojalá hubiera cinco equipos así. Existen dos bloques, los 6 de arriba por el título y los 6 de abajo por salvarse. Son dos Ligas diferentes, con clubes amateurs y otros casi profesionales. Si comparamos con Francia estaríamos en su tercera o cuarta categoría.

 —Al menos España ganó el Europeo Sub-19 (sin países de 6 Naciones).

—Siempre tuvimos talento en los chicos de hasta 18 años. El problema es que en ese momento llega el factor social y educativo y si en Francia existen las Academias y los jóvenes priorizan su futuro en el rugby, en España no pueden. Aquí, algunos pueden dar el salto a División de Honor y otros necesitarían un recorrido intermedio que no existe. También está el factor geográfico y cultural. Aquí le pegamos bien al redondo, pero pasar el balón de rugby nos cuesta más. Por eso quiero armar esa especie de academia para los jóvenes que despunten.

 —¿Y nivel territorial?

—Los clubes españoles son muy amateurs de por sí y es cierto que el salto entre la autonómica y la División de Honor B es grande. El factor económico también condiciona y dificulta el armar competiciones intermedias.

 —No olvidemos el rugby femenino. ¿Cómo está la selección de XV, irá al Mundial de nuevo?

—Hicimos un esfuerzo para darles amistosos en noviembre. Porque el 6 Naciones nos excluyó pese a que por mérito deportivo debíamos estar (España es superior a Italia). Es un torneo privado y dejarnos fuera provoca que debamos foguearnos con países muy inferiores. Queremos más competitividad para poder desarrollarnos. Cuando las chicas del Rugby 7 estén liberadas, ayudarán a la selección de XV.

 —Las chicas juegan cada vez más en España...

—El crecimiento es espectacular. El CSD y World Rugby lo fomentan, hay programas enfocados para ellas. Es más fácil lograr dinero para ellas que para los chicos.

 —Qué importante fue que Alhambra Nievas fuera nominada a mejor árbitro mundial de 2015.

—Sin duda. Alhambra es nuestro faro y estar en la gala post-Mundial fue un reconocimiento para ella y para el rugby español y también nuestro arbitraje. Eso nos da prestigio. También ayuda a seguir fomentando el rugby femenino. Se ha disparado el número de jugadoras gracias a todos: clubes, Federación y CSD.