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DEPORTE PARALÍMPICO

"Podemos ser discapacitados, pero no tenemos ningún límite"

Río también celebrará su gran fiesta paralímpica (7-18 de septiembre) y España irá con estrellas como Teresa Perales y David Casinos.

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"Podemos ser discapacitados, pero no tenemos ningún límite"
AStv

El deporte paralímpico, que vivirá su gran cita del 7 al 18 de septiembre con los Juegos de Río, protagonizó ayer los Desayunos de AS. Un deporte con mayúsculas, por lo que tiene de elemento integrador de la discapacidad en la vida cotidiana. “Michael Phelps no tiene que organizar su vida de otra forma, nosotros sí”, sintetiza Teresa Perales para recalcar que si para un deportista es duro llegar a la élite, mucho más lo es para alguien que, además, tiene que luchar contra barreras físicas y otras invisibles para el resto de los mortales.

La frase la dejó la gran dama de la natación (22 medallas en cuatro Juegos) en un encuentro que reunió a Miguel Carballeda (presidente del Comité Paralímpico Español), Alberto Jofre (director del CPE), Elena Tejedor (directora de la Fundación Trinidad Alfonso), Vicente Tarancón (director general de Luanvi) y David Casinos (cuatro veces campeón olímpico entre peso y disco), y que moderó Alfredo Relaño.

Miguel Carballeda, que comenzó vendiendo el cupón de la ONCE y ahora es también su presidente, escarbó en la brecha que separa olímpico de paralímpico. Una división que se aspira a eliminar. Por ejemplo, en cuanto a premios por podio. “Una medalla de Teresa o David siempre ha valido menos que la del resto. Para Río, se ha multiplicado por tres la dotación, pero la diferencia sigue siendo abismal. Un oro olímpico reporta unos 90.000 euros, por el paralímpico se embolsarán 30.000. En Londres fueron 10.000 euros”, desgrana. En 2015, se arrancó el compromiso del Consejo Superior de Deportes de equiparar, eso sí, los premios en Europeos y Mundiales.

Soy la deportista con más medallas en unos Juegos y, por todas juntas, no he llegado a ganar lo que otros compañeros con una sola plata olímpica. Es la soledad que se siente a la vuelta de una gran competición, porque nuestros gastos son mayores. Una hand-bike adaptada o una silla de ruedas especial te pueden costar 6.000 euros. Yo cuido la alimentación tomando germinados, o quinoa, que encarecen la cesta de la compra... En una gala reciente, había compañeros olímpicos que me contaban los proyectos que habían emprendido con ese dinero y a mí no me ha dado para casi nada. ¡Pero ojo, no tengo más mérito! Lo hago porque quiero y porque puedo, pero nos cuesta más esfuerzo. Somos discapacitados, pero no tenemos límites”, apoya la maña Perales.

“No me cabe en la cabeza que exista un ADO olímpico y otro distinto paralímpico (ADOP). Ellos son un ejemplo de valores y trabajo, y de su mano hemos descubierto que donde se produce un problema se abre una oportunidad”, dice Elena Tejedor. La Fundación Trinidad Alfonso, promovida por Juan Roig (presidente de Mercadona), lidera el proyecto FER, que otorga becas (“de igual cuantía”) a deportistas olímpicos y paralímpicos de la Comunidad Valenciana: “Una parte del presupuesto también la dedicamos a darles visibilidad, porque son referentes”.

“Este es el tercer ciclo del ADOP. Cuando comenzamos, se planteó que nos correspondería el 10% del olímpico (unos cuatro millones de euros), y nos negamos”, relata Alberto Jofre. No se han arrepentido: para el cuatrienio de Río disponen de 21,7 millones y han reclutado a 23 empresas colaboradoras. “A pesar de la crisis, han sido sensibles. Nos cuesta captarlas, pero luego es muy difícil que se marchen porque están encantadas con los valores que transmitimos. Respecto a Londres 2012, hemos aumentado un 20% los ingresos”, añade.

A la puerta de la Fundación Trinidad Alfonso llamó el CPE cuando, a pocos meses de Río, la firma Joma, que había acordado con el Comité Olímpico Español realizar gratis todas las equipaciones, se echó atrás con los paralímpicos. Una empresa valenciana, Luanvi, apareció de manos de la Fundación. “Cumpliremos 50 años en 2017 y nos hemos subido a la ola. El trato humano es muy fácil. No hay soberbia. Les hemos propuesto innovar y va a gustar mucho. El 21 de junio en Valencia presentaremos la ropa que llevarán unos 130 deportistas”, se suma a la conversación Vicente Tarancón, que heredó una empresa que hacía disfraces de toreros y sevillanas y ha inundado con sus equipaciones el deporte base.

Para el mundo paralímpico es vital la visibilidad. La televisión. Ahí, el CPE ha tenido que lidiar con otro obstáculo de cara a Río. “Un problema, el de la retransmisión, que nace de la marginación en los presupuestos del Estado, que destinaron 56 millones para que RTVE ofreciera las competiciones. Se habría arreglado eliminando la alusión a ‘olímpico’ y ‘paralímpico’ y haber reflejado sólo ‘Río”, explica Carballeda. El caso es que se presentaba la tesitura de tener que pagar 300.000 euros para llegar a Teledeporte. La mediación del CSD con LaLiga lo resolvió. “El fútbol ha aportado su granito de arena para resolver algo que era una incertidumbre hace seis meses”, revela el presidente. Esos 300.000 euros salen del 1% que el nuevo Decreto de venta centralizada de derechos televisivos reserva para otros deportes.

“El deporte paralímpico tiene historias que mueven los corazones, que traspasan todo y por eso hemos ido consiguiendo eco en la sociedad”, avisa Casinos. “La audiencia de TDP no baja, sino que aumenta con nosotros”, refrenda Jofre. “Representamos a cuatro millones de ciudadanos que tienen algún tipo de discapacidad y estamos aquí para ganar medallas”, añade Carballeda.

Para ello, necesitan quitar barreras que tiran para atrás a discapacitados que quieren practicar deporte. “Según datos del CSD, sólo un 17% de las instalaciones deportivas son accesibles”, se quejan.

Sí se ha avanzado en la integración con las federaciones olímpicas. Algunas internacionales acogen ya a los paralímpicos (ciclismo, piragüismo...) y organizan sus Mundiales, han tirado el muro. Una tapia que, día a día, los paralímpicos van horadando haciendo deporte.