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APNEA

Carlos Coste: “Cada inmersión mezcla diversión y angustia”

Este venezolano de 40 años fue la primera persona en superar la barrera de los 100 metros y es autor de 11 récords mundiales de su disciplina.

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Carlos Coste: “Cada inmersión mezcla diversión y angustia”

Carlos Coste se convirtió en 2003 en la primera persona en superar la barrera de los 100 metros de inmersión. “Con un solo respiro, sin asistencia, en el Parque Nacional Mochima de mi país”, confirma orgulloso a AS en su visita a Madrid (de la mano de uno de sus patrocinadores, Oris). “Hacer historia en tu deporte supone una suma de emociones y sentimientos indescriptibles”. Coste, venezolano de 40 años con once récords mundiales, es una de las figuras de la apnea: “Me gusta definir mi actividad como la suspensión de la respiración. Se trata de la forma más natural y antigua de sumergirse”.

Carlos Coste, en Madrid.
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Carlos Coste, en Madrid.Jesús Rubio

Empezó con la pesca submarina y el buceo a pulmón en 1997, mientras estudiaba Ingeniería Mecánica en la Universidad Central: “Al principio, mi técnica era rudimentaria. Me apunté a un curso, pero fui un poco autodidacta. Con el paso del tiempo mejoré mis prestaciones... y hasta hoy. Ahora soy monitor y enseño a mis alumnos en mi academia de la isla caribeña de Bonaire, frente a la costa de Venezuela”. Coste explica dónde reside la clave de su disciplina: “En el volumen pulmonar y en la fortaleza mental. Resulta muy importante la relajación y la concentración, por eso empleamos técnicas de yoga. Cualquiera puede desarrollar sus capacidades con un buen entrenamiento, la mayoría de la gente no sabe respirar correctamente”. Él aguanta siete minutos y 31 segundos en estático.

A pesar de una intensa preparación, en un deporte extremo como la apnea se producen desgracias. Coste sufrió en 2006 un embolismo cerebrovascular gaseoso y un infarto en los tejidos al intentar alcanzar los 200 metros en No Limits: “Aún me quedan pequeñas secuelas, como falta de sensibilidad en la mano izquierda y algún problemilla de equilibrio. Sin embargo, me recuperé al cabo de un año de rehabilitación y regresé al ejercicio de mi pasión. Eso sí, dejé el No Limits (Sin Límites, como el nombre indica), la más peligrosa de nuestras ocho modalidades”.

A Coste no le da miedo que su afición le colocara al borde la muerte. Tampoco que otros compañeros de profesión fallecieran en inmersiones. La última, Natalia Molchanova, conocida como La Reina de la Apnea y desaparecida en Formentera en 2015: “Cada vez que me sumerjo siento una mezcla de diversión y angustia. Esa ansiedad es la que me permite permanecer en guardia”. Y sentencia: “En un deporte en contacto con la naturaleza salvaje asumes los riesgos, como en el montañismo. Acumulo 20 años de práctica. Para una persona a la que le encanta explorar desde niño, no existe nada mejor”.