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NATACIÓN

La niña que nadó como un hombre en Londres no irá a Río

Registró un tiempo de 4:50.74 en los 400 estilos, mientras que en 2012 batió el récord del mundo con 4:28.43, haciendo los últimos 100 metros como Ryan Lochte.

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Shiwen Ye, durante los Juegos de Londres 2012.

En el Centro Acuático de Londres, en los Juegos de 2012, una china de 16 años maravilló al mundo con dos oros en los 200 y 400 estilos, pero sembró algunas dudas en los círculos acuáticos por su juventud, su mejora en el último año y sus estratosféricas marcas. El dato más revelador fue la final de los 400, en la que Mireia Belmonte terminó octava. Shiwen Ye remontó hasta la victoria y el récord del mundo (4:28.43) con unos últimos 100 metros espectaculares, que completó en 58.68, solamente tres centésimas más que el norteamericano Ryan Lochte (58.65), el brillante y musculado nadador estadounidense que ganó en categoría masculina. De hecho, la húngara Katinka Hosszu, con un talento innato en el agua y una máquina de este deporte en este tipo de pruebas mastodónticas, no ha logrado batir (4:29.89) cuatro años después la marca de esa china que ahora ha pasado al anonimato.

 Desde aquel verano, Ye ha protagonizado una caída libre hasta que escenificó su aterrizaje el pasado domingo, cuando no logró clasificarse para los Juegos de Río al quedar séptima en los Nacionales chinos con un registro de 4:50.74. Sí, 22 segundos más lento que hace cuatro años, en una prueba de 400 estilos en la que el trabajo en el gimnasio y el paso de los años acostumbran a ser una ayuda para ir limando décimas al cronómetro. Esta noticia no ha hecho otra cosa que recuperar los rumores en torno a la limpieza de la natación china, después de los últimos casos de dopaje en los que ha estado implicado el también campeón olímpico Sun Yang y otros nadadores de esta superpotencia acuática que ha ido a más desde los Juegos de Atenas, en 2004.

 Después de Londres, Ye sufrió una depresión y declaró sentirse “quemada” por los duros entrenamientos y por las acusaciones a las que se vio sometida. “Yo nunca me he dopado. ¿Qué pruebas tienen? Primero me deprimí, pero luego pensé: ‘ahora verán”, declaró en su momento. En el Mundial de Barcelona de 2013, Ye se quedó sin medalla al registrar 4:38.51. Un año después recuperó su forma (4:30.84), pero en Kazán 2015 se quedó en 4:42.95 y ahora no ha sido capaz de bajar de 4:50.