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BUFFALO BILLS

Goodell atemoriza a Buffalo con el futuro de los Bills

El comisionado ha participado en el torneo benéfico de golf de Jim Kelly y ha soltado una amenaza velada a la franquicia neoyorquina.

MadridActualizado a
Goodell atemoriza a Buffalo con el futuro de los Bills
Getty Images

Si el jefe habla, tú escuchas. O si lo hace aquel profesor siempre serio. O si te para la policía. Hay autoridades a las que hay que hacer caso porque sabes que cuando dicen algo no están regalando las palabras ni hablando por hablar. No. Mucha atención. Pues a Buffalo ha llegado un comentario que más les valdría tener muy en cuenta. Mucho.

Roger Goodell, comisionado de la NFL, ha explicado que los Bills necesitan un nuevo estadio para poder competir en esta liga. Eso significa sólo una cosa: construid el estadio o perded el equipo. Que se lo digan a Saint Louis. Que se lo digan San Diego. Que se lo digan a Oakland.

Goodell ha soltado la perla en el contexto del torneo de golf benéfico que cada año organiza Jim Kelly, leyenda absoluta de los Bills, lo que añade aún más significado a sus palabras, nada casuales y nada improvisadas.

Los Bills fueron comprados hace dos años por Terry Pegula y su mujer. La venta de la franquicia tras la muerte de su fundador, Ralph Wilson, fue un proceso complicado en el que también pujaron el mismísimo Donald Trump y un grupo de inversión canadiense, con Bon Jovi a la cabeza, que a buen seguro planteaba llevarse a Toronto el equipo. La llegada de los Pegula, también propietarios de los Buffalo Sabres de la NHL, supuso un alivio para la siempre temerosa afición de Buffalo.

De hecho, una de las primeras cosas que hicieron fue invertir casi doscientos millones de dólares en arreglos del vetusto estadio de Orchard Park. Pero, según Goodell, eso no es suficiente. La ciudad ha de comprometerse en construir un nuevo recinto, moderno, que permita a los Bills generar ingresos suficientes como para mantener la carrera con el resto de franquicias de la liga.

Buffalo, ciudad industrial y sacudida por todas las crisis económicas imaginables en las últimas décadas, ha estado enamorada de su Bills, y les ha mostrado un apoyo incondicional, en las duras y en las maduras... pero económicamente están a la cola de lo que pueden ofrecer a la NFL. Y es ahí donde aparece, de nuevo, el fantasma del traslado, algo que ha revivido Goodell con esta sutil advertencia, que suena más a amenaza que a otra cosa.

Porque una cosa que hace de maravilla esta liga es decirles a las ciudades que pongan dinero público si quieren mantener sus equipos. Y si no lo hacen, que no se preocupen, que aparecen Los Angeles, Las Vegas, Toronto, Londres o quien sea que sí lo hará.