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PODCAST NFL

Entrevista exclusiva con el mexicano Roberto Aguayo

El pateador, hijo de padre mexicano, platica con AS sobre sus expectativas con Tampa Bay, su experiencia en el pasado Draft y su deseo de jugar en México.

Mexico CityActualizado a
Entrevista exclusiva con el mexicano Roberto Aguayo
Getty Images

Roberto Aguayo llega a la NFL con las expectativas sobre su desempeño a niveles muy altos, pero esto no es nada nuevo para el pateador de origen mexicano.

En 2013, en la que sería su primera temporada como jugador activo en Florida State, Roberto fue advertido sobre el hueco que llenaría en la posición de pateador del equipo, pero más que asustarse, sólo se dedicó a hacer su trabajo.

La tarea era, al menos, mantener el nivel que había tenido Dustin Hopkins, quien al concluir su carrera como colegial dejó como herencia varios récords, entre ellos el de más puntos para un pateador (466), más goles de campo (88) y más puntos (140) en una campaña de la Conferencia de la Costa del Atlántico (ACC).

“Cuando llegué (a Florida State), tomé el lugar de un pateador que impuso muchos récords, Dustin Hopkins. Muchos decían, ‘tienes unos zapatos grandes que llenar’”, recordó Roberto en charla telefónica con AS.

Tres años más tarde, ese trabajo bien hecho superó las expectativas e hizo que los Bucaneros de Tampa Bay decidieran hacer un intercambio de selecciones colegiales en el pasado Draft para subir varios lugares y reclutar a Roberto en la segunda ronda. “Eso no me preocupó. Sabía lo que podía hacer y sólo hice mi trabajo”, recuerda.

El trabajo de Roberto terminó por ubicarlo como el pateador más efectivo en la historia de la NCAA tras conectar el 96.7 por ciento de sus patadas (267 de 276), incluidos puntos extra, en los que terminó perfecto en 198 intentos. Y aunque agradece que lo cataloguen como el pateador más certero en la historia del futbol americano colegial, de los 78 intentos de gol de campo que tuvo, los nueve errados en su cuenta son los que motivan al pateador.

“Estoy orgulloso de tener todos esos récords en Florida State, pero siempre he dicho que podía hacer mejor las cosas. Pero, para eso me levanto cada día, para mejorar lo que hice ayer y así es la vida de un atleta”, afirma.

Un sueño cumplido

El 28 de abril de 2016 llegó y con él el Draft de la NFL, pero Roberto tenía la certeza de que sería seleccionado el día 29 o muy temprano el día 30.

Lo único que no sabía era quién lo reclutaría y en lo más profundo de su corazón deseaba que quien lo eligiera, fuera el equipo más cercano a su hogar y, pese a no crearse a sí mismo expectativas de algo que no estaba en sus manos, su deseo se cumplió.

“Cuando sonó mi teléfono, vi que el número era de la ciudad de Tampa y le avisé a mis papás. Cuando contesté, una persona de los Bucaneros platicó conmigo y me dijo, ‘te vamos a pasar al nuevo director técnico –coach Dirk Koetter- y no me acuerdo qué me decía, yo sólo decía, ‘Gracias. Voy a hacer todo lo que pueda para ayudar al equipo’”, recuerda Roberto entre risas.

Como egresado de Florida State, la llegada de Roberto a la NFL se compara a la de otro ex Seminol, Sebastian Janikowski, quien fue reclutado por los Raiders de Oakland como su primera selección en el Draft del 2000.

Sin embargo, el hijo de padres mexicanos asegura que compararse con terceras personas, por muy exitosas que sea, lo alejaría del objetivo de mejorar día con día.

“Me comparo conmigo mismo. Sé lo que puedo hacer, lo que puedo obtener, sé cuando pateo a mi mejor nivel y en esos días puedo ganarle a quien sea. Mi enfoque es ganarle a Roberto Aguayo y así todo debe salir bien. “No puedo compararme con nadie, porque cada quien tiene un estilo diferente”, recalca.

Listo para el nuevo reto 

Patear un ovoide no es lo mismo en una práctica, con todo y jugadores intentando bloquear, que en condiciones reales de juego y eso lo sabe Roberto.

Incluso, lo que le espera en la NFL pone fin a cualquier intento de comparación, pues las reglas que encontrará en el ámbito profesional, particularmente la del intento de punto extra, son distintas y más exigentes para los pateadores que las que encontraron otros en su posición hace varios años.

“He pateado desde que tenía 9 años y sé cómo adaptarme a situaciones rápidamente”, afirma Roberto sobre la regla del punto extra que entró en vigor en 2015 y que exige patear el ovoide desde la yarda 33.

El gol de campo más largo en su carrera con los Seminoles fue de 53 yardas, distancia que cubrió un par de veces, y en entrenamientos, con defensivos cuyo trabajo es dificultarle el suyo, Roberto recuerda que sus intentos exitosos más largo ha sido de 64 yardas. De 70 el más largo sólo con el holder en el campo.

“Esa es la marca de un buen atleta: saber adaptarse a los cambios de reglas o cosas en las que uno necesita cambiar (su técnica). Y los que se adaptan, sobresalen. Cuando llegue la temporada, estaré más que listo”, subraya.

Visitas a México

Roberto tiene alrededor de cuatro años de no visitar México, en particular Guanajuato, la tierra de su papá Roberto, pero el ahora jugador de los Bucaneros asegura que volverá para visitar a su familia y, si las cosas se dan, para jugar y patear frente a la afición mexicana.

“Si los Bucaneros pueden, con mucho gusto jugaría en México”, señala el pateador con una voz que no oculta su emoción de sólo imaginar jugar en el país donde nació su papá. “Nunca he pensado en eso (patear en el Estadio Azteca), pero sería algo grandioso jugar en un estadio tan prestigioso y donde la Selección Mexicana (de futbol) ha jugado. Es uno de los estadios más grandes en el mundo y sería lo máximo patear un gol de campo ahí”, indica Roberto.

Roberto cumplió con la meta de jugar en la NFL y su sueño de hacerlo con los Bucaneros, el equipo más cercano a su hogar y a su familia se hizo realidad.

Si las cosas mantienen el curso que llevan hasta ahora en su vida, el deseo de jugar, patear y acertar goles de campo y puntos extra en la cancha del Estadio Azteca quizá no esté lejos del alcance de la mano de Roberto.