Previa de la temporada NFL-2016 de los Pittsburgh Steelers

Como su secundaria resucite, pueden ser imparables

El ataque de los Steelers es descomunal. Teóricamente imparable si todos sus jugadores están al ciento por ciento. Además, hace mucho que la franquicia dejó de llevar la batalla a las trincheras, lo que durante años era una de sus señas de identidad, para convertir su ofensiva en un festival de fuegos artificiales, verticalidad y fanfarrias.

Su once ofensivo es difícil de mejorar. En la NFL no hay muchos quarterbacks mejores que Big Ben, ni receptores que hagan sombra a Antonio Brown. Le’Veon Bell sigue estando en la discusión sobre el mejor corredor de la liga pese a su lesión del año pasado; el fichaje de Ladarius Green para el puesto de tight end parece un gran acierto; la línea ofensiva, un perenne dolor de cabeza para los ‘Señores del Acero’, se ha convertido con el español Alejandro Villanueva, Foster, Pouncey, DeCastro y Gilbert en una de las mejores de la NFL tanto en la protección al QB, como abriendo puertas a la carrera… Incluso Wheaton parece un buen receptor número dos para suplir a Martavis Bryant, que se perderá toda la temporada, sancionado por darle al porro con demasiada alegría, y DeAngelo Williams está viviendo una segunda juventud en la franquicia.

Hoy no hay ningún equipo que, sobre el papel, pueda hacerles sombra en la faceta ofensiva.

Otra cosa es la defensa. El aspecto del juego que hizo mítica a la franquicia ha vivido un periodo anémico que le ha dado completamente la vuelta a la tortilla: el equipo que mejor se agarraba al terreno juega ahora a meter más puntos que el rival. Y lo curioso es que mientras las adquisiciones ofensivas han tenido impacto inmediato en los últimos tiempos, todos los esfuerzos defensivos, sin ser grandes decepciones, han necesitado tiempo para empezar a responder. Jarvis Jones, Heyward, Shazier, Timmons y Dupree llegaron en primera ronda en los últimos años; Tuitt, en segunda. ¿Qué equipo de la NFL tiene en su front seven a cinco primeras y un segunda? Por suerte para ellos, ese talento empezó a aflorar en 2016 y puede estallar definitivamente en los próximos meses para coronar un grupo que ahora sí apunta a mítico.

La gran duda está en su secundaria. El auténtico talón de Aquiles de un equipo que sin ese lastre sería el máximo aspirante al anillo. Como en Pittsburgh las cosas siempre se hacen a lo bestia, usaron sus dos primeras elecciones del draft en dos defensive backs, Artie Burns y Sean Davis, para poner remedio al problema desde ya. Si rinden al nivel esperado, el Reino del Acero puede volver a extender su dictadura por todo el universo conocido.

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Las tres claves del equipo por Antonio Magón

1 Que Big Ben no se vuelva a lesionar. El mejor QB de la plantilla es Roethlisberger; el segundo mejor, Roethlisberger cojo. Es quien mueve esta ofensiva, que en su ausencia se queda sin argumentos. Su salud es fundamental para las aspiraciones acereras y no sólo depende de la línea ofensiva. Deberá ser menos temerario y evitar exponerse a golpes innecesarios.

2 Alto ritmo anotador. Las declaraciones de que se jugarán la conversión de 2 tras cada TD muestran su evidente intención de superar los 30 puntos por encuentro y evitar así depender de una defensa excesivamente vulnerable y bisoña, en especial la secundaria, pese a los esfuerzos de Butler por simplificar los esquemas a los rookies para facilitar su adaptación.

3 Mantener la concentración. Tienen la mala costumbre de dejarse perder partidos en los que son superiores. Las derrotas en Kansas y ante los desahuciados Ravens casi les cuestan los playoffs. El calendario de este año está plagado de este tipo de “partidos trampa”. Su competitividad en encuentros de alto voltaje está demostrada, pero deben ampliarla al resto.

Lo mejor

Lo peor

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