El K4 no consiguió acabar en Río con cuarenta años de espera
Javier Hernanz, Rodrigo Germade, Iñigo Peña y Oscar Carrera finalizaron quintos en el K4 1.000. Estaban en el camino de lograr una medalla que sólo se logró en Montreal 1976.
El K4 español no pudo, acabar, por poco, con una sequía de 40 años. La que se extiende desde Montreal 1976 cuando un grupo de pioneros (Esteban Celorrio, Herminio Menéndez, Díaz-Flor y Ramos Misioné) ganaron una plata prodigiosa. La experiencia de Javier Hernanz (33 años, Arriondas), la sincronización de Rodrigo Germade (25, Cangas), la fuerza sostenida de Óscar Carrera (25, Tui) y el punch atrás de Iñigo Peña (25, Zumaia) no sirvió para ganar medalla, aunque se fueron con un quinto puesto que confirmó que estaban en el camino.
El oro fue para Alemania (3:02.143), la plata para Eslovaquia (+2.901) y el bronce de los checos (+3.033). El K4 español, la embarcación reina y más técnica del piragüismo, acabó con 3.06.768.
El apoyo de Mireia Belmonte, novia de Javier Hernanz, no les dio el aliento definitivo desde la tribuna. “Es una supercampeona y me ha aportado sosiego estos días, pero…”. El pero es que optaron por una estrategia conservadora, cuando una hora antes soplaba un vendaval en contra, para intentar remontar y rematar al final. La intensidad bajó en la regata y les faltaron metros para subir puestos. A los 4.600 kilómetros de media que palean cada año les faltaron unos metros más.
“La expectativa era de medalla y esto no es como el fútbol, con revancha todas las semanas. Habrá que esperar cuatro años”, se resignó el asturiano. La asignatura del K4 ha mejorado mucho, pero sigue pendiente.