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NEW YORK YANKEES

Los Yankees no dejan de asombrarse con Gary Sánchez

El catcher dominicano ha conseguido nueve home runs en sus primeros 19 partidos y promete ser piedra angular del próximo proyecto del club.

MadridActualizado a
Gary Sánchez ha sido una bocanada de aire fresco para el turno de bateo de los New York Yankees.
Brad PennerUSA Today Sports

Los New York Yankees han tenido extraordinarios catchers a lo largo de su historia. Los nombres de Yogi Berra, Bill Dickey, Thurman Munson o Jorge Posada han brillado con enorme intensidad en una posición que es clave en múltiples aspectos en el día a día de una franquicia y los del Bronx pueden presumir de haber tenido magníficos ejemplos.

Tras el fin de la era de Jorge Posada, uno de los miembros del ‘Core Four’, ese núcleo duro procedente de la cantera que ganó numerosos títulos del mundo y que componía junto a Derek Jeter, Mariano Rivera y Andy Pettitte, los Yankees tenían muy claro cuál era su objetivo y era la adquisición de un catcher que liderara tanto en el vestuario como en el campo, aparte de ser un notable bateador. El elegido fue Brian McCann, que firmó procedente de los Atlanta Braves para la campaña 2014 por cinco temporadas y 85 millones de dólares.

Unos años antes, los Yankees habían fichado a un muchacho de 16 años procedente de la República Dominicana y que contaba con un futuro espléndido en todos los aspectos del juego, con especial atención a un bate superlativo. El coste de la prima de ese fichaje fue tres millones de dólares y el protagonista se llamaba Gary Sánchez.

Puede que sean los tres millones de dólares mejor invertidos por los Yankees en mucho tiempo.

Unos años más tarde, y después de haberse formado en las distintas categorías inferiores del club, en los que logró 99 home runs con un OPS de .799, los neoyorquinos habían decidido que era el momento de promocionar a su mayor promesa detrás del plate para ver lo que podía aportar, tras batear un .282 de bateo, con 10 home runs y 50 carreras impulsadas en el equipo de la Triple en Scranton/Wilkes-Barre.

Nadie nos había prevenido sobre lo que podía ocurrir.

En la guía de la temporada que hicimos para MLB AS, hablábamos de Gary Sánchez en estos términos: “La llegada de Gary Sánchez está profetizada desde hace años y ya ha llegado su hora. Apenas disputó un par de encuentros en 2015, pero puede darle descanso a McCann. Su futuro es tan bueno que se habla de potencial All-Star”.

Puede que nos hayamos quedado cortos.

Gary Sánchez fue promocionado definitivamente para jugar el encuentro el pasado 3 de agosto, una vez que los Yankees habían decidido reconstruirse y traspasaron a Aroldis Chapman, Andrew Miller y Carlos Beltrán, y porque ha llegado tarde para ello, ya que podría haber sido el novato del año en lugar de Michael Fulmer.

El catcher de los Yankees, porque es así, ya que le ha quitado el puesto a Brian McCann está consiguiendo algo que nadie había logrado con anterioridad y es mandar nueve veces la pelota a la grada en 19 partidos en lo que llevamos de 2016. Ni Babe Ruth, Lou Gehrig, Joe DiMaggio, Mickey Mantle o Yogi Berra lo habían hecho.

Su línea de bateo es la siguiente: .389/.450/.847. Corresponde a media de bateo, porcentaje en base (OBP) y slugging percentage (SLG). Todos ellos son estratosféricos y hablan de alguien que está logrando números que sólo se ven en los videojuegos y a lo mejor ni siquiera en ellos.

El detalle definitivo que nos habla del impacto de Gary Sánchez se vio anoche en el partido que le enfrentó a los Seattle Mariners. Después de haber conseguido el noveno home run del año, los Mariners dejaron muy claro que preferían enfrentarse a alguien que ha conseguido 404 home runs en su carrera en lugar del novato que lleva nueve. Y le concedieron una base por bolas intencional, señal del respeto definitivo y que viene a decir “no quiero saber nada de ti, pasemos a buscarnos la vida con el siguiente”.

Lo hicieron en dos ocasiones.

Esto ha llevado a decir a Mark Teixeira que “Claro, si Babe Ruth estuviera bateando detrás de él, también le caminarías de forma intencionada”. Casi nada.

Y que una leyenda como Pedro Martínez le haya comparado con Albert Pujols.

Extrapolado a una campaña regular de 162 partidos, Gary Sánchez va a ritmo de lograr 69. Por supuesto, ese ritmo es insostenible incluso para él (véase Trevor Story con Colorado), aunque su bate está fuera de toda duda, una faceta más de un juego soberbio, con un brazo que es un auténtico cañón y que ganará una complicidad con el grupo de pitchers de los Yankees que le va a venir de maravilla para lo que está por venir.

Y es que su futuro no puede ser más esperanzador.