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NATACIÓN

Australia insta a sus nadadores a ir al psicólogo tras los Juegos

Después de su éxito en Río, les aconseja que se “cuiden” y que vuelvan a encontrar motivaciones y orienten su vida de nuevo.

Actualizado a
Las hermanas Cate y Bronte Campbell, durante los Juegos Olímpicos de Río.
EFE

"Y ahora, ¿qué?" Esa pregunta se la hacen muchos deportistas después de los Juegos Olímpicos, sobre todo en deportes individuales donde la competición escasea y los entrenamientos se prolongan a lo largo de ocho o diez horas al día durante seis jornadas a la semana. La natación es uno de ellos, por eso hay deportistas que desaparecen o que se toman un periodo sabático, algo desorientados y faltos de horizontes, tras una competición de esa envergadura.

La federación australiana de natación les ha enviado una carta a todos sus nadadores para que acudan al psicólogo este mes de septiembre (la federación proporciona a sus especialistas) y les ayude a orientar su vida, a fijar nuevas metas y a encontrarle un sentido después de Río. “El viaje a los Juegos es largo y culmina con una experiencia cargada de emociones para todos. Así es el viaje olímpico. La experiencia de cada uno será diferente, pero te recomendamos que tengas cuidado después de los Juegos. Cuida de ti mismo, mira a todos los lados, y utiliza estos dos meses para aprender de esta experiencia increíble”, relata la carta enviada a todos los nadadores.

La natación australiana, que realizó unos soberbios campeonatos en los que quedó por detrás de Estados Unidos en el medallero, contó con sorpresas agradables y también decepciones, como el de las hermanas Campbell, quienes aspiraban a lograr podio en los 50 y 100 libre y finalmente se quedaron fuera. Hay casos en este país de nadadores excepcionales que después de algún éxito o de alguna gran competición encontraron un vacío profundo, como Ian Thorpe, el excepcional Torpedo, icono en Sidney 2000 y Atenas 2004, que luego estuvo al borde del suicidio. El propio Michael Phelps, rey de todos los tiempos, también sufrió lo indecible después de dejar atrás las piscinas sin un aliciente claro.