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BOSTON RED SOX

Hanley Ramírez da la victoria a los Red Sox en el partido del año

El primera base, que está realizando un gran segundo año en Boston, dio la victoria a su equipo tras ir perdiendo por tres carreras y dos eliminados.

Actualizado a
Hanley Ramirez ha podido acabar con las esperanzas de los Yankees de poder alcanzar los playoffs.
David Butler IIUSA Today Sports

Cuando se habla de Boston Red Sox y New York Yankees nos tenemos que remitir a la mayor rivalidad que existe en el mundo del pasatiempo nacional y multitud de imágenes inmortales que perduran a lo largo de las décadas, acompañadas de las leyendas que se asocian a estas dos grandes franquicias.

Puede que Hanley Ramírez no alcance ese estatus, pero con su actuación en el partido de anoche, ha grabado su nombre con letras de oro en esta histórica rivalidad.

Los Boston Red Sox se impusieron en un vibrante encuentro a los New York Yankees, reafirmándose en lo más alto de la División Este de la Liga Americana y dando al mismo tiempo un golpe casi mortal a sus acérrimos enemigos, que iban ganando cuando comenzó la última entrada.

Si tenéis la oportunidad de ver el encuentro, os animo a verlo y es que con choques como éste, a uno le gotea el colmillo sobre lo que nos vamos a encontrar a partir del 4 de octubre, fecha en la que empezarán los playoffs. Son la clase de partidos que crean afición.

En un previsible duelo, previsible en la lucha mano a mano entre Masahiro Tanaka y Eduardo Rodríguez, que no terminó de producirse ante el empuje de la alineación de los Bombarderos del Bronx contra el venezolano, pocos podían prever que los locales podían cambiar el tono del partido y hacerlo en un abrir y cerrar de ojos.

Maniatados por los lanzamientos endiablados del japonés, los Red Sox no consiguieron generar todo el peligro que asocia al mejor ataque de la competición y se vieron limitados a apenas cuatro hits y una carrera en las siete primeras entradas del choque.

Con seis eliminados por conseguir, los Yankees disponían de una interesante renta de 5-1 a su favor y, aunque ya no está el tridente compuesto por Betances, Miller y Chapman, el grupo de relevistas de los del Bronx tenían que ser capaces de hacer el trabajo… hasta que apareció, una vez más David Ortiz.

A los Red Sox les quedan sólo 16 partidos de temporada regular y bien podrían ser los últimos 16 encuentros en la carrera deportiva del extraordinario bateador designado dominicano. Con acciones como la de anoche, Big Papi está haciendo todo lo que está en su mano para que ese último baile tenga continuidad en octubre… y que no vaya a terminar a las primeras de cambio.

Con un titánico home run que todavía está esperando aterrizar, Ortiz superaba a Mickey Mantle en el ranking de mejores pegadores de la historia con 537 y ocupa la 17º posición de toda la historia, pero lo más importante es que inyectaba electricidad e ilusión a la afición de Fenway Park.

Con 5-2 en el comienzo de la parte baja de la novena, Joe Girardi quería evitar el tener que utilizar a un Betances que no pasa por su mejor momento en septiembre y que lanzaría por tercer día consecutivo, aspecto que condiciona y mucho la efectividad de un pitcher. Al confiar en otras alternativas que no pudieron hacer el trabajo, sentó las bases para el desastre.

Cuando Aaron Hill fue el primer eliminado, los Red Sox tenían un 1.9% de posibilidades de ganar. Xander Bogaerts le sustituyó en las bases y el single de Ortiz y de Betts hizo que las opciones aumentasen hasta el 17.2%. De ahí, hasta el infinito y más allá.

Y llegó el momento de Hanley, que tuvo un primer año en Boston francamente malo, pero que en 2016 ha recuperado su mejor cara y afronta el tramo final de temporada con fuerzas renovadas, haciendo que el turno sea incluso más temible de lo que ya es de por sí.

Un home run de tres carreras justo por el centro suponía una puñalada directa en el corazón de los Yankees, que perdían su primer partido tras ir ganando por tres carreras y dos eliminados en la novena entrada desde septiembre de 2007 contra el gran Mariano Rivera, y hacía que Fenway irradiase con esa energía que sólo las grandes sedes (y en los grandes momentos) pueden conseguir.

Queda mucho camino todavía por recorrer. Boston también empezó de forma prometedora la serie contra Baltimore y terminó perdiéndola, con lo que hay que ir paso a paso a lo largo de esta secuencia de partidos que pueden marcar definitivamente las opciones de unos en perjuicio de las de otros.

El último tramo de la campaña con los playoffs como objetivo siempre nos ofrecen emociones fuertes y, a tenor de lo visto, no nos van a defraudar una vez más.