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CHAMPIONS LEAGUE

Los veteranos Aginagalde y Garabaya, los pilares riojanos

33-27. El Naturhouse suma una victoria holgada ante el Presov, con el extremo Ángel Fernández de estilete, 10 goles, 8 en la segunda parte

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La juventud está muy valorada en el deporte, quizá por la capacidad del derroche de energía, de facultades, de posibilidades físicas. Pero a veces la veteranía tiene otras cosas, intangibles incluso, que sostienen a los equipos. Como en el caso del Naturhouse y en este partido de la Champions League ante el Tratran Presov en la pista riojana, que dispuso de Garabaya, y en la segunda parte también de Aginagalde, para poner ese poso de seguridad a su equipo para conquistar el triunfo.

Los dos se acercan a los cuarenta, y posiblemente no puedan alcanzar el ritmo de los veinteañeros del equipo. Sin embargo, Rubén y Gurutz conocen el juego, y en este choque hicieron una exhibición: Garabaya, ataque y defensa dosificando el desgaste; Aginagalde, en la portería cerrando todas las vías de agua durante la segunda parte. En la media hora decisiva, ellos a lo suyo, a centrar al equipo, a darle la vuelta al marcador, a conseguir la victoria, en una tarde en la que el extremo Ángel Fernández fue un estilete, con 10 tanto sin fallo, ocho en la segunda mitad, y en la que reapareció Albert Rocas, casi un año lesionado.

El partido fue de los habituales del Naturhouse, con mucha velocidad, pero en ocasiones excesiva. Por eso se fue al descanso en desventaja (16-18) ante un rival que sabía enfriar el partido con agresividad defensiva y con ataque largos, casi siempre al borde del pasivo, pero que si tenía que correr, lo hacía de manera eléctrica, y que tenía en el lateral zurdo Peskov a un auténtico cuchillo (siete tantos en la primera mitad). Y aunque la portería eslovaca no aportaba, las nueve pérdidas de balón locales (por dos el visitante) le permitían al Presov pensar en el triunfo.

Lo que pasó en la segunda parte fue una avalancha local, con Aginagalde por Kappelin, para frenar el acierto visitante que a los quince minutos ya estaba fuera del partido con un parcial demoledor de 10-3. Vigo Cacheda, Luisfe y Langaro, completaban el trabajo de los veteranos, y Ángel Fernández se exhibía ante un rival que le debe odiar, porque siempre le golea.