Las Guerreras recuperan su cara para seguir en el Europeo
30-18. Obligadas a ganar a Eslovenia, y por cinco goles para estar tranquilas, y lo hicieron de una manera incontestable con Alexandrina Cabral
Las Guerreras volvieron a recuperar su cara, su fama de indomables, y su talante luchador, precisamente cuando los nervios podían hacer estragos, porque ellas tenían una historia que defender, mientras que Eslovenia estaba a la puerta de escribir una clasificación única. Y no fue así, de la necesidad virtud, y 30-18 final. España se queda en Suecia, sigue en el Europeo, y aunque pase sin puntos aún no ha dicho su última palabra.
Es cierto es que Eslovenia es inferior a España por juego, pero también es cierto que las Guerreras habían sido un manojo de nervios hasta ahora, que les costaba circular, que se les caían los balones, que perdían ataques en acciones inocuas. Pues no, cambio radical: intensidad defensiva, movimiento en ataque, desplazamiento rápido, y goles sencillos. Por eso en el minutos 15 ya estaba encarrilada la clasificación, con 8-2, con doble cambio, porque Lara González y Judith Sans daba relevos a Nerea Pena y Macarena Aguilar. Con un 6-0 aguerrido, con Alexandrina Cabral creando problemas constantes a la circulación rival y con Silvia Navarro con su capa cerrando la puerta, la Selección se fue al descanso con un 14-5 esperanzador.
Y aunque en la segunda parte Eslovenia empezó con un 0-3, con su goleadora Tamara Mavsar acertando, se veía que el buen juego de las Guerreras: habían fallado cuatro ataques desde los extremos, se habían generado buenas situaciones, pero había acertado la portera Misa Marincek, que firmó sus mejores estadísticas casi de manera seguida.
Sin embargo, nunca se llegó al agobio del resultado, de esa ventaja mínima de cinco goles que había que conseguir para no depender del Suecia-Serbia. Se superó otra vez los momentos más complicados con la primera linea veterana, porque entre Nerea Pena, Macarena Aguolar, y Alexandrina Barbosa, a cien por hora, encontraba sus lanzamientos, o asistían al pivote o a los extremos, sin pérdidas de las llamadas tontas.
Tal fue el dominio que en la recta final Nerea y Alexandrina tuvieron descanso, y hasta Lara González tuvo minutos en ataque para ir cogiendo seguridad de cara a los próximos compromisos, que el sábado llega la segunda fase.