NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BALONMANO | MUNDIAL

España se despejó en el descanso y tumbó a Islandia

Tras una primera mitad de incertidumbre en ataque y defensa, en la segunda el equipo de Jordi Ribera volvió a jugar con velocidad.

Actualizado a
España se despejó en el
descanso y tumbó a Islandia
JEAN-CHRISTOPHE VERHAEGENAFP

España - Eslovenia en directo

España sumó sus dos primeros puntos en el Mundial al derrotar 27-21 (10-12) a Islandia, en un choque en el que los Hispanos tardaron treinta minutos en quitarse los nervios del debut en un Mundial en que han puesto mucho interés. La ansiedad de ese primer tiempo la pagaron ante el meta Gustavsson, que llegó a tener un acierto de más del 50 por ciento; luego, tras el descanso, surgió la Selección de los últimos partidos, ágil, veloz, y correosa, para ganar con autoridad.

La verdad es que España salió encogida. Más que con nervios, paralizada. Como si fuese un bloque medroso ante la fuerza, la intensidad y la consistencia de Islandia. Y, además, tampoco funcionaban los infalibles, porque en la primera parte fallaron tres penas máximas, las tres que forzaron.

Ribera decidió tomar medidas, La primera, saltarse la regla de un solo cambio, y recuperar el tándem de las torres gemelas en el centro de la defensa, porque si no se marcaba, al menos había que evitar recibir tantos, y Guardiola y Morros juntos son un bastión. Incluso fue Guardiola el único que marcó de contragolpe en la primera mitad para España.

Lo que pasó en la segunda, ya es otra historia. La Selección fue la que venía jugando en los amistosos. es decir, con celeridad en la circulación, con contragolpes, con ritmo. Gonzalo Pèrez de Vargas mejoró la prestación del portero rival. Aginagalde se hizo inmenso en el pivote, incluso robó un balón, y él solo se fabricó un golpe de contraataque. Todo eso unido a las combinaciones de Cañellas y Sarmiento, más la sobriedad de Gurbindo, llevaron a España en voladas.

Y mención aparte merece el debutante Balaguer: cuatro tanto, sin fallo, robos y contragolpe. Un buen partido para él, que sin duda debe recordar. Es más, cuando entró por Víctor Tomás, ya no le cambiaron. No se necesitaba.