Análisis del Patriots - Steelers cuando ataque New England

Si a principios de año nos hubieran dicho que la final de conferencia iba a ser New England Patriots vs Pittsburgh Steelers a nadie le hubiera extrañado. Son dos favoritos absolutos desde comienzos de año. Dos ataques poderosísimos se enfrentarán para determinar el pase a la Super Bowl LI. Analicemos que deben hacer los locales, New England Patriots, para llevarse el duelo.

Cuando atacan los Patriots…

Si los visitantes serán liderados por un quarterback que disputará su quinta final de conferencia, toda una marca, qué podemos decir de un Tom Brady que se prepara para su undécima final de la AFC. El legendario quarterback viene de un atípico partido para él ante los Texans en el que fue interceptado en dos ocasiones, igualando su registro de toda la campaña. Con la posibilidad de luchar por su quinta Super Bowl a un paso podemos esperar a Brady saliendo plenamente concentrado para evitar una repetición de lo que vimos en los divisionales.

New England puede intentar abrir el campo desplegando incluso a cinco hombres para forzar a Pittsburgh a mostrar su carta de presiones. Mike Tomlin a buen seguro que procurará variar los frentes lo máximo posible para generar confusión en la línea de ataque y molestar a Brady, algo que consiguieron los Denver Broncos en sus dos últimos choques contra él o los propios Texans el sábado. Houston atacó con fuerza el centro de la línea de los Patriots (David Andrews), a veces incluso enviando a Jadeveon Clowney y Whitney Mercilus sobre el gap-A. Los Steelers tienen en su paquete de blitzes el “A-Gap Cross Blitz” que seguramente veamos el domingo. En su caso lo ejecutan los linebackers interiores Ryan Shazier y Lawrence Timmons. En el decisivo duelo ante Baltimore les sirvió para alcanzar a Joe Flacco para un importante sack.

Además de mucha variedad en la presión los Steelers también tendrán que lanzar el máximo número de coberturas diferentes a Brady. El objetivo de su “game plan” debe ser sacarle de su mortífero ritmo, ése que cuando entra se convierte en imparable para los rivales. Aunque suene paradójico deben frenarle mentalmente y acelerarle físicamente para tener una opción de victoria. Una baza importante que empleará Pittsburgh es la del outside linebacker Bud Dupree. Desde que se ha hecho con la titularidad indiscutible en su posición la defensa de Pittsburgh ha mejorado notablemente, convirtiéndose en una unidad en la que pueden confiar. Para ser un chico únicamente de segundo año Dupree está mostrando una inusual inteligencia en su juego. El domingo ante los Chiefs leyó en una jugada la formación ofensiva de los Chiefs con tres receptores pegados (indicador de posible WR screen), cortó su pass-rush y en su lugar se movió lateralmente para desviar el lanzamiento de Alex Smith. Además de este sorprendente “awareness” Dupree es un magnífico pass-rusher que puede poner en aprietos a la línea de ataque de New England. El tackle izquierdo Nate Solder es quien está sufriendo más en protección de pase.

Una enorme diferencia respecto al partido de la Semana 7 es que Rob Gronkowski no será de la partida para los Patriots. A estas alturas no vamos a analizar lo que supone su ausencia. Incluso sin él sus compañeros han logrado plantarse en final de conferencia, así que no es momento ahora de acordarse de él. No obstante, esquemáticamente cambia el panorama por completo y hay que comentarlo. Aquel día New England jugó más del 50% de los snaps con dos tight ends, obligando a su rival a estar predominantemente en su defensa base. De esta manera, los Patriots lograron emparejar en repetidas ocasiones a Julian Edelman con Lawrence Timmons con resultados muy favorables.

Al no estar Gronk es de esperar que disminuya mucho esta vez el porcentaje de jugadas con dos tight ends. Eso permitirá a los Steelers utilizar su defensa “nickel” con William Gay en el slot, un cornerback mucho mejor equipado para lidiar con Edelman. Este duelo será una de las grandes claves. Además, a buen seguro que Josh McDaniels logrará de algún modo que su eléctrico wide receiver se empareje con rivales más lentos. Estad atentos sobre todo cuando Edelman se sitúe con “split reducido”, es decir, más cerca de su línea ofensiva. Su entendimiento con Brady en las “options route” (posibilidad de sentarse en la zona o cortar en cualquier dirección) supone una amenaza constante.

Otra carta que jugarán los Pats será la versatilidad de sus corredores. Tanto Dion Lewis como James White son un peligro saliendo del backfield a recibir o directamente situados en posición de wide receiver. Ambos anotaron sendos touchdowns frente a los pesados linebackers de Houston. New England emplea muchos conceptos de ruta de dos o tres hombres en los que el runningback juega un papel protagonista. Éste contra los Texans es uno de los más empleados: “wheel route” del corredor saliendo del backfield + ruta cruzada slant del receptor exterior y ruta a la “seam” del tight end para ocupar al safety. El linebacker se queda atascado entre tanto tráfico y el perfecto pase de Brady hace el resto.

Un punto que seguro atacarán los Patriots el domingo será el cornerback Ross Cockrell. En una unidad que como digo está siendo muy sólida me parece el eslabón más débil de la cadena. Los Chiefs sacaron alguna buena jugada sobre su marca vía pase completo o interferencia defensiva.

Por supuesto, New England no basará todo su juego de ataque en los lanzamientos de Brady. LeGarrette Blount también puede tener un papel protagonista como en el compromiso de regular season en el que registró 127 yardas y 2TD en veinticuatro carreras, la mayoría en acciones de “counter”. Sin embargo, Blount ha ido claramente de más a menos en la temporada, lo que unido al buen juego de Stephone Tuitt y el novato Javon Hargrave en la línea de Pittsburgh, me llevan a pensar que por esta vía las de ganar la llevan los Steelers.

Una victoria de Pittsburgh le colocaría a las puertas de un séptimo campeonato en la era Super Bowl sin precedentes. Por su parte, New England quiere hacer más grande si cabe su dinastía colándose en su séptima final desde 2001. Tenemos dos quarterbacks que han ganado la Super Bowl en más de una ocasión. Los respectivos head coach también saben lo que es levantar el Trofeo Lombardi. Son dos equipos que tienen una historia reciente muy larga y que entre comillas “se odian”. No podemos pedir mucho más para una final de conferencia.