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NFL draft 2017

Ascensión y caída de ese ganador llamado DeShaun Watson

El quarterback de la universidad de Clemson ha experimentado grandes vaivenes en los mock drafts a pesar de ganar el título nacional de la NCAA.

Actualizado a
Ascensión y caída de ese ganador llamado DeShaun Watson

Antes de que acabe este artículo habré hablado de tres mentiras. Conscientemente, que inconscientemente seguro que alguna más y tú, querido lector, no me cabe duda que me harás notar si las cazas.

Los mock drafts

La primera mentira son los mock draft. Estas simulaciones son divertidísimas. Nos tienen entretenidos meses. Jugamos a ser general managers de todos los equipos a la vez y vamos colocando a los chavales que se presentan al draft acorde a nuestros gustos, perspectivas, conocimientos, prejuicios y deseos. Muy agradecidos de escribir y de leer, constituyen la dieta favorito del seguidor de la NFL durante los meses previos al proceso de selección anual. Además, para los menos versados en la NCAA, la liga universitaria, suponen una toma de contacto muy sana con los que serán, a no mucho tardar, estrellas en la liga y/o, al menos, jugadores de sus equipos favoritos.

Tanta dependencia crean los mock drafts que ya es habitual hacerlos con años de antelación. No os costará buscar alguno del 2018. Y, una vez pasado el draft, es casi obligatorio hacer el del año siguiente.

Y, por descontado, son mentira. El ejercicio en sí es fútil. Lo es casi a estas alturas, en la que las oficinas técnicas de los equipos se han metido hasta el fondo en el proceso y han comenzado a dejar caer filtraciones (interesadas o no) sobre lo que les gusta más, así que imaginaos lo falso que es con un año de antelación.

Pues bien, ahora hace un año el previsible número uno del draft del 2017 en la NFL era DeShaun Watson, quarterback de la universidad de Clemson. Lo era porque lo parecía de verdad. Grande, fuerte, con brazo, corredor, con arrestos y ganador. Lo tenía todo.

Sin embargo, con el paso de la temporada 2016 en la NCAA, y sabiendo que era el máximo favorito para los rankings de la NFL, el escrutinio se hizo exhaustivo y se le vieron sus defectos, que no son pocos y tienen mucho que ver con su lectura del juego y con su capacidad para mantener la cabeza alzada cuando el pocket se colapsa, y su cotización comenzó a bajar.

Un ganador ¿no?

Comenzó a bajar en una temporada en la que, mira tú, salieron campeones nacionales. Y es que aquí va la segunda mentira: es un ganador. El clásico error de hacer recaer sobre los hombros de la estrella todo el mérito del triunfo del equipo. Que no por ser la pieza fundamental, el tipo que hace que ocurra, el concepto de ganador tiene más peso.

Hay individuos con carácter y nervios de acero que no ganan porque su equipo no es élite. Y hay deportistas que no llevan bien lo de la presión, que no rinden especialmente bien en los instantes decisivos y, sin embargo, ganan en un contexto y un rol que maximiza sus habilidades. Eso suele pasarse por alto para simplificarlo todo en un concepto fácil de digerir: ganador.

DeShaun Watson ha ascendido y ha caído. Lleva siendo una estrella desde el instituto. Eligió jugar para Clemson cuando le perseguía medio Estados Unidos. Ha sido finalista dos veces para el Heisman Trophy, premio que se da al mejor jugador del año en la NCAA. Ha ganado el campeonato nacional en 2016 y ha sido subcampeón en 2015. Pero ha estado expuesto al microscopio de todos los seguidores de la NFL y, por eso, ha pasado de ser el favorito claro a ser el número uno global del draft a tan sólo ser uno de los candidatos a ser el primer quarterback elegido en una clase sin brillo en la posición.

Y tres

Y ahí aparece la tercera mentira: tanto como los mock draft son falsos en relación directamente proporcional a la distancia temporal con que se hagan con respecto al día de la elección en sí, tanto como que Watson ha caído cuanto más partidos ha ganado... en la misma medida no tenemos ni idea de que DeShaun acabará siendo un gran QB NFL o no.

Para ello, como siempre, tendremos que esperar. Porque la ascensión y caída de ese ganador llamado DeShaun Watson, de momento, es mentira.