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Balonmano

El Barcelona sigue intratable y suma ya 113 victorias seguidas

37-19. Frente al Cangas jugó un partido de trámite, en el que debutó Antonio García en el equipo azulgrana; los gallegos, acabaron desfondados
España-Francia: Europeo de Balonmano 2018 en directo

Actualizado a
El Barça le dedicó el partido al lesionado Lasse Andersson.

Lo suyo es seguir, ganando, y sumando, 113 victorias consecutivas en la Liga. La obligación del Barcelona, que no tiene rival en la Asobal, e intimida a los rivales. Por ejemplo, al Cangas le obligó a plantear un partido de trámite, y dado que no tenía opciones de sumar nada en el Palau, reservó a veteranos para la que es realmente su Liga. Eso es lo peor de la superioridad del Barça, que les arrebata los sueños a los rivales, y pierden gas durante la semana, se les encoge el brazo y carecen de ferocidad cuando les toca en suerte el equipo de Xavi Pascual.

Por eso el 37-19 final entra la lógica, porque el cuadro de Víctor García se desfondo, bajó los brazos en defensa y recibió una paliza, Nada que objetar al Barça, que se limita a ser un equipo competitivo en cada partido como merecen sus seguidores. Y poco que objetar al Cangas, que planifica los encuentros en función de sus intereses.

Debutó Antonio García, que esta misma semana se ha enrolado en la plantilla azulgrana, como refuerzo para la Liga y la Copa tras la lesión de Andersson. Cumplió porque está en forma, porque se esfuerza en cada partido, y con buenos jugadores alrededor tiene más opciones de despuntar, Ahora bien, que juegue de central no parece tan viable, que es donde el equipo azulgrana está más cojo, porque sólo tiene para esa plaza al inagotable Raúl Entrerríos, aunque bien mirado donde tiene que estar en asturiano es en la Champions, porque tal y como va la competición nacional, en la jornada 27 ya podría cantar el alirón (o antes).

Mientras el Cangas tuvo fuelle, hubo partido. Es decir, durante el primer tiempo (15-10), en el que Pascual tuvo que llamar a capítulo a los suyos para recordarles que no era un día festivo, que había unos seguidores en el Palau que se merecen el mayor de esfuerzos y menos sestear. Por eso en la segunda parte, con todos descansados y rotados, el Barça fue una apisonadora. Nada que no se esperase.