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Las Vegas Raiders

Los Raiders podrían jugar en San Antonio antes de ir a Las Vegas

En caso de que la desafección entre la afición de Oakland y el equipo baje la asistencia al O.CO Coliseum, la franquicia podría trasladarse provisionalmente a San Antonio.

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Los Raiders podrían jugar en San Antonio antes de ir a Las Vegas

No es ninguna sorpresa que ahora mismo en Oakland no quieren ni ver a los Raiders. El equipo está dispuesto a devolver el dinero abonado por los aficionados que ya pagaron sus entradas para el año próximo, hay diversos grupos de aficionados, e incluso políticos, que se están preparando para emprender acciones legales contra el equipo, e incluso el presidente del parlamento local, Larry Reid, ha dicho públicamente que no quiere ni ver a los Raiders jugando un solo partido más en la ciudad, frustrado por la decisión del traslado.

Tampoco es de extrañar una reacción tan furibunda si tenemos en cuenta que a Mark Davis le faltó tiempo para arremeter contra los políticos de Oakland cuando apareció en rueda de prensa para anunciar el resultado de la votación, y Roger Goodell no solo criticó al estamento político, dijo también que estaba muy decepcionado con los aficionados de Oakland, que maldita la culpa que tienen de todo lo que ha sucedido.

El año 2019 queda ahora en el limbo

La realidad es que los Raiders tiene la posibilidad de seguir en el viejo O.CO Coliseum en 2017 y 2018, con un partido como local en México el próximo año que no sería raro que se repitiera en el futuro. Sin embargo, según las previsiones el nuevo estadio de Las Vegas no estará terminado hasta 2020 y queda en el limbo lo que pueda pasar con la temporada 2019.

Los Raiders siempre tienen la opción de alquilar por un año más el O.CO Coliseum. El problema es que uno de los motivos del enfado de Mark Davis con las autoridades de Oakland es que le acaban de triplicar el precio del alquiler del estadio, y es muy probable que como traca final le exijan un precio prohibitivo. El otro problema será la reacción del público. Según Ed Werder, de ESPN, en las primeras 24 horas desde que Mark Davis anunció que devolvería el precio de las entradas a los abonados descontentos solo una docena de personas exigió la devolución, pero nunca se sabe cómo puede ir reaccionando el público según vayan pasando los meses y la mudanza sea inminente.

San Antonio podría ser el destino

En las últimas horas Ed Werder ha destapado la posibilidad de que el equipo juegue en San Antonio en 2019. Y no habría que descartar que ese movimiento fuera un ensayo previo al traslado de otra franquicia de forma permanente a la ciudad tejana. San Antonio lleva mucho tiempo sonando en los mentideros de la NFL como uno de los destinos posibles de los equipos que se han movido en los últimos meses, o que podrían moverse en un futuro cercano. De hecho, el Alamodome ya alojó a los Saints cunado su estadio quedó inoperativo tras el huracán Katrina y ha sido usado como campo de entrenamiento con regularidad por los Dallas Cowboys.

El Alamodome fue construido en 1993, tiene capacidad para 65.000 asientos aunque puede expandirse para alojar hasta 72.000 personas. Durante una década alojó a los San Antonio Spurs y ahora es la sede de los Roadrunners de la Universidad de San Antonio Texas de la NCAA. También es la sede del Alamo Bowl y en sus instalaciones se han celebrado otros muchos eventos importantes durante estos 24 años. Además, Mark Davis tiene buena relación con las autoridades de San Antonio, a la que viajó en varias ocasiones en los últimos dos años porque fue una de las sedes que barajó para mover su franquicia.

Si los Raiders dejan de ser bienvenidos en Oakland, no sería raro verlos jugar al menos un año en San Antonio antes de trasladarse a su sede ¿definitiva? en Las Vegas.