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DESDE EL BULLPEN

El sueño de un día de primavera en las Grandes Ligas de béisbol

Tras ser escogido en el puesto 1021 del draft, el caso de Brock Stassi nos demuestra que la vida es sueño y los sueños pueden convertirse en realidad.
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El sueño de un día de primavera en las Grandes Ligas de béisbol

Jim Stassi es un profesor de educación física en Sacramento, que llegó a jugar en la triple A de los Giants. Stassi tuvo tres hijos a los que entrenó personalmente y uno de ellos, Max, es cátcher de los Astros. Otro de sus hijos, Brock, fue una estrella en la universidad de Nevada en la que acumuló varios galardones. Fue nombrado pitcher del año 2010 en la conferencia Western Athletics y seleccionado en el primer equipo All WAC, como primera base, al año siguiente. Brock siempre soñó con ser jugador de béisbol de las Grandes Ligas y con estos antecedentes parecía que lo podía conseguir. De hecho, llamó la atención de los Phillies, que lo seleccionaron en el draft de 2011 con un bono de mil dólares, en el puesto 1021 de la ronda 33.

Desde luego no es el camino que Brock había imaginado, pero no cejó en su empeño y se puso manos a la obra. De esa manera, comenzó un periplo de seis años por las ligas menores con momentos alegres y tragos amargos, como tener que soportar comentarios que ponían en cuestión su validez como jugador. Hace un par de años pensó que su sueño se moría y que nunca se iba a convertir en un jugador de las Majors. En ese momento, decidió modificar su swing y tras un soberbio rendimiento fue nombrado el jugador más valioso de la Eastern League.

Sus prestaciones no pasaron desapercibidas para los Phillies que la temporada pasada le invitaron al entrenamiento de primavera. El spring training es la ocasión que tienen los aficionados de acercarse de manera más relajada a sus ídolos y el momento en el que los entrenadores y el staff técnico tiene que tomar decisiones difíciles.

Los Phillies le enviaron todo el año pasado al equipo del Valle de Leigh, en la Triple A, con los que disputó 117 partidos. Durante la offseason, mientras otros disfrutaban de las vacaciones, Brock Stassi trabajó de profesor sustituto y cada día conducía 50 millas para entrenar, durante dos horas, su bateo.

Dicen que hay que tener cuidado con lo que se desea, porque puede convertirse en realidad. Los Phillies le volvieron a llamar para el spring training de esta temporada. Durante su estancia firmó una media de bateo de .333 con 6 home runs. El último día, el manager Pete Mackanin tenía un par de huecos que rellenar en la plantilla, le llamó y le preguntó qué número deseaba llevar esa temporada con los Phillies. En ese momento a Brock le faltó el aire, por fin iba a ser un jugador de las grandes ligas. Las lágrimas de sus azules ojos son más explicativas que cualquier palabra.

Lo primero que hizo Brock fue llamar a su familia, pero nadie estaba en casa. Sin embargo, todos estuvieron en el Opening Day en Cincinnati.

El sueño de Brock se ha hecho realidad. Él sabe que ahora tiene por delante la hercúlea tarea de asentarse en el primer equipo, pero el primer paso ya está dado, siempre podrá decir que ha sido un jugador de las Grandes Ligas.