Lahoz: "He tenido la suerte de adaptarme a todas las épocas"
El madrileño afincado en Santander es el jugador más veterano del WPT, y con 46 años su reto es ir "torneo a torneo" e intentar llegar al Master
Es el jugador más veterano de los profesionales del WPT. Madrileño (1971), afincado en Santander, inicia una nueva temporada al lado de "un chico joven", el argentino Matias Marina, en una nueva pareja en la que Guillermo Lahoz se plantea "intentar estar entre las ocho mejores para poder estar en el Master, aunque lo importante es ir torneo a torneo y ver hasta dónde se puede llegar".
Por su historial y trayectoria da la impresión que jugar con un joven a un por formar está lejos de su categoría, pero Willy tiene una explicación: "Actualmente es muy complicado buscar pareja porque yo vivo en Santander, y los jugadores quieren entrenarse juntos y preparar la temporada. Y, además, está la edad, y con mis años no puedo ofrecer un proyecto a largo plazo".
Lahoz conoce los inicios del pádel en España "cuando no se sabía si sería una moda", y cuando tampoco había entrenadores. "Soy un autodidacta. Aprendí viendo jugar a los argentinos, que eran los mejores. Ahora es otra historia. Los españoles que llegan ya tienen entrenador deportivo, preparador fìsico, dietista, psicólogo. Es otra época, casi otro deporte", asegura con los recuerdos de un pionero que se marchó a Santander "a trabajar en un club, en la docencia", y que apunta a que si ahora tuviese viente años se hubiese quedado en Madrid.
Respecto a que Paquito Navarro sea su sucesor, cree que los suyos son estilos diferentes: "Yo a su edad era más un jugador técnico, más limpio en el golpe. Paquito tiene cuatro golpes únicos, muy fuerte, y me encanta que haya un español que le de leñas a los argentinos, que siempre nos han ganado, pero con los que siempre hemos tenido mucha sintonía".
Reconoce que el pádel ha cambiado mucho "en todos los aspectos", y desde la época en que se jugaba en muro, con palas de madera "hasta ahora, el cambio es tremendo". Y señala como gran diferencia "la velocidad del juego". "He tenido la suerte de poder adaptarme a todas las épocas, y de seguir jugando con mi edad y estar en la competición sin hacer el ridículo, por eso sigo jugando, aunque hubo un momento en que me plantee la despedida", asegura.
De todos los jugadores con lo que ha formado pareja señala a Belasteguín como "el mejor compañero. Fue en 2015, cuando por una lesión de Pablo Lima se quedó un par de torneos sin compañero", Y los dos torneos los ganaron.
"La edad se nota, Ya lo creo que se nota. Tienes el fondo, pero te falta la chispa, la velocidad de reacción. Lo suples con el conocimiento del juego y la anticipación, pero hay cosas que ya no las puedes hacer. Y se las dejas al compañero", ironiza este madrileño afincado en Santander aunque en Valladolid también tiene parte de su negocio como profesor de pádel.