NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Washington Redskins

Washington Redskins y Kirk Cousins, a un mes de la decisión

El equipo y el quarterback han de decidir antes del 15 de julio si el futuro de ambos es común o si es lo mejor buscar mejores destinos en 2018.

Actualizado a
Washington Redskins y Kirk Cousins, a un mes de la decisión
Mark Tenally | Associated Press

15 de julio. He ahí el día en el que el futuro de Kirk Cousins y, por lo tanto, también el de los Washington Redskins estará un poco más claro. O más oscuro, por supuesto. Porque es antes de esa fecha cuando ambas partes han de decidir si quieren compartir el camino en adelante o si es el momento de buscar otras compañías y a ver qué pasa.

El próximo mes es, en esencia, de tranquilidad y agrupación moral y física para los equipos de la NFL. Son las vacaciones de verdad de esta liga. Salvo accidentes imprevistos, ni siquiera las lesiones serán protagonistas y, por lo tanto, las plantillas, las franquicias al completo, no harán otra cosa que esperar y tener sueños con respecto a la temporada 2017.

Esto no es verdad para algunos jugadores. En concreto, para aquellos que hayan firmado su contrato de "jugador franquicia" y quieran negociar, tanto ellos como sus equipos, una relación a más largo plazo. Para ellos, este mes es crucial porque más allá del 15 de julio no podrán firmar por varios años hasta que concluya la campaña, allá por marzo.

Kirk Cousins y los Washington Redskins están en ese punto.

El QB franquicia del futuro... o no

Kirk Cousins es un caso extrañísimo de QB titular en la NFL. No está en el grupo élite ni tampoco en el de los desheredados de la fortuna que saben que sólo calientan el puesto a la espera de que llegue un prometedor rookie de primera ronda o un fichaje a sacarlos a gorrazos de su titularidad. Ni siquiera está entre los que son decentes y sus equipos piensan que mejor malo conocido que bueno por conocer. Está en un limbo único, pues nadie más comparte su situación en la actual NFL, en la que su franquicia aún no ha decidido ni una cosa ni su contraria.

Por eso jugó el año pasado con la etiqueta de jugador franquicia y por eso ha firmado este año el mismo trato. Esto le ha dado la enorme cantidad de 44 millones de dólares en dos años que, francamente, es menos de lo asegurado que tendría si hubiese firmado un contrato estándar hace un par de campañas. En Washington no creían tanto en él como para ofrecérselo y la conclusión es que le están sobrepagando.

El problema es que, de no llegar a un acuerdo antes del 15 de julio, el año que viene los Redskins estarían igual: o le hacen un contrato de larga duración o le pagan, ojo, 34,5 millones por un tercer "jugador franquicia" consecutivo. Inimaginable. La suma, 78 millones y pico en tres temporadas, le convertiría en el gran ganador de la economía de la NFL de toda la historia.

Un nuevo general manager en la ciudad

Las dudas con Cousins, el dejarle jugar y ya veremos el año que viene que ha presidido la política de los Redskins, es tan peligrosa como ruinosa para el equilibrio económico de la plantilla. Es difícil que salga peor de lo que ha salido, esto es, con las mismas dudas sobre el jugador y el futuro un par de años después de comenzar con el baile.

No debe ser éste el único motivo por el que Scott McCloughan fue despedido como general manager del equipo, pero a buen seguro que fue uno de los clavos de su ataúd.

Ahora las riendas las ha tomado Doug Williams y en sus declaraciones iniciales ha dejado claro que este asunto tiene que resolverse. Esto significa que quiere firmar al jugador por cinco años antes del próximo 15 de julio y, de esta manera, resolver la incertidumbre que rodea al equipo.

No lo tendrá nada fácil. Tal y como están las cosas, Cousins tiene un poder de negociación absoluto, con, lo dicho, casi 24 millones asegurados este año y la perspectiva de un enorme contrato el año que viene ya sea en Washington o en sitios donde parece que matarían por él, como los San Francisco 49ers. Así que su única motivación para firmar es que se le ponga en la mesa un negocio irrechazable o que tenga miedo a una lesión o un muy mal año que afecte a su cotización.

Lo segundo podemos descartarlo, que nadie mira por la mortalidad propia cuando se está sano, y lo primero será la clave que nos indique si, al fin, los Washington Redskins han decidido que sí, que están conformes con Kirk Cousins. Todo lo contrario será una evidencia de que ambas partes creen que su futuro será más brillante si se separan.