Nadia Comaneci: “Podría haber hecho mejor el ejercicio del 10″

El 18 de julio de 1976, en Montreal, la rumana Nadia Comaneci (Onesti, 62 años) entró en la historia del deporte por la puerta grande y con tan solo 14 primaveras. El ejercicio de barras asimétricas de la jovencísima Comaneci fue puntuado con el primer 10 en la historia de los Juegos Olímpicos, con el marcador señalando un resultado de 1,00 puesto que no se concebía que se entregase una actuación perfecta. Lo hizo, además, con el que era su ‘plan B’, porque el inicial lo desechó al hacerse daño en el tobillo durante la preparación. La gimnasta más célebre de siempre se encuentra en Madrid con motivo de los Premios Laureus que se otorgan este lunes en la capital española, y allí atiende a AS, junto con otro medio nacional, para hablar sobre su inmensa carrera.

Si se deja a un lado su célebre 10, ¿qué valor le da al resto de su carrera?

El 10 es lo que me puso en el foco, porque nadie sabía de mí hasta que hice el 10. Probablemente, si habéis leído de la historia en Wikipedia, porque vosotros (los entrevistadores) no lo llegasteis a ver, habréis visto que el marcador no podía reflejar el 10 y que lo más alto que podía poner era el 9,95, así que me pusieron un 1,00. Eso fue lo que hizo que la gente se preguntase que quién era, que de dónde venía, que qué era Rumanía... Y todo fue un boom de un día para otro. Pero ese boom no fue instantáneo para mí, porque llevaba en el gimnasio desde los 6 años (se ríe).

En la actualidad, ¿ese 10 seguiría siéndolo?

No comparo las épocas, porque lo que hicimos por aquel entonces fue en su tiempo, y compararlo con ahora... No, prefiero no compararlo. Es historia, es parte del deporte. Esta generación que hace gimnasia necesita saber de todas las pequeñas piedras que se han ido poniendo en cada época para que ellos tengan lo que tienen y para que experimenten lo que tienen ahora en la gimnasia. Nunca se debe olvidar la historia y el modo en el que el deporte empezó a ser popular. Esta generación se lo pasará a la siguiente, y así.

Se habla de que en el deporte, y en la vida, nada es perfecto. ¿Piensa, por tanto, que ese ejercicio era un 10?

No, podría haberlo hecho mejor. Pero, en esa época, lo que hice era mucho mejor que lo que hacía el resto, y realicé algunos elementos que nadie había hecho antes. No había redes sociales, no sabía cómo de buenos eran los otros equipos, así que siempre iba a por ello, ‘vamos a hacer esto y esto’. Y, cuando la chica que iba antes que yo compitió y tuvo un 9,9, creo que no había más a donde ir porque hice mucho más y pareció muy fácil. Así que, perfección es como lo mejor de lo mejor en ese momento particular, lo mejor de todo el mundo en ese momento particular. Pero, una vez hice eso, todo el mundo quiso ser mejor. Así que es una historia sin final, escalas y escalas porque quiere estar ahí antes que el resto.

¿Cómo de importante es que las gimnastas de hoy en día hablen de temas como la salud mental o los abusos sexuales que han podido sufrir?

Lo bonito de las redes sociales es que permiten hablar de cosas que nosotros no hacíamos. No teníamos palabras para salud mental, eso no era una palabra. Todos, yo también tenía ansiedad cuando competía, quería hacerlo bien y tenía que prepararme mentalmente. ‘Vale, esta soy yo, solo la barra de equilibrio y yo’, decía. Eso simplemente existía, y ahora hemos aprendido a lidiar con ello, aunque siempre ha estado ahí pero no tenía un nombre. Digamos que sabíamos que venían los Juegos Olímpicos, teníamos una fecha, y por ejemplo en algún entrenamiento mi cabeza no iba a donde iba mi cuerpo. Con los entrenadores nos preguntábamos que qué pasaría si eso sucede en los Juegos, si tenemos un plan B, si se podía hacer una rutina más fácil o algo que gestionar mejor. Todos teníamos que hablar de ello porque nos teníamos que preparar mentalmente para lo que venía. Y para los medios, que llegaban y decían esta es la persona que se supone que debes buscar. Eso no iba conmigo (se ríe).

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Sabiendo el mejor momento más alto de su carrera, ¿cuál fue el más bajo?

Hay muchas veces en las que caes, así que trato de no buscar en esos malos momentos. Me quedo con lo que he aprendido en los malos días de mi carrera.

Usted es una gran fan del tenis. ¿Qué opina de lo que ha sucedido con su compatriota Simona Halep, de vuelta tras reducirse su sanción por dopaje?

Siento mucho por lo que le ha pasado porque ha sido mucho, demasiado tiempo, y ha perdido mucho tiempo. Estoy feliz de que haya ganado esta lucha porque fue una contaminación lo que sucedió. Decidieron que merecía menos tiempo después de que ya hubiese estado demasiado, y no es fácil regresar después de tanto tiempo en ningún deporte. Así que le deseo lo mejor y espero verla jugando.

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