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Leo Climent, la promesa de las MMA que empieza a arrasar en el octógono y en redes sociales

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Leo Climent, la promesa de las MMA que empieza a arrasar en el octógono y en redes sociales

Leo Climent, hijo de Agustín, uno de los entrenadores de Ilia Topuria, atiende a AS. Es peleador y una de las personas más influyentes en materia de MMA desde pequeño. Su sueño es ser campeón del mundo de la UFC.

J.M. BUERA
Actualizado a

El Climent Club es una máquina de hacer campeones, y no puede ser de otra forma, ya que Agustín y Jorge Climent son los encargados de formar a los peleadores. Con ellos en su esquina, Ilia Topuria se proclamó campeón del peso pluma de la UFC y Aleksandre, su hermano, ya encamina su debut en la mayor compañía de MMA del mundo. El hijo de Agustín, Leo, de 18 años, es una de las grandes promesas de este gimnasio. “Es una presión tremenda, pero que hay que saber llevarla, porque si la presión te puede, es tanto nombre y tanta responsabilidad, ahí se define si voy a ser una leyenda o no. Si sé llevar esa presión o si no sé llevarla”, explicó a AS en su visita a Alicante.

Leo Climent lleva la lucha en la sangre. Su padre Agustín y su tío Jorge son pioneros de las artes marciales mixtas en España y fundadores de este prestigioso gimnasio. “Desde que nací, siempre he estado aquí en el gimnasio, he visto a mi padre. Mi madre es cinturón negro también de Jiu-Jitsu, mi padre también. Toda mi familia está metida en ese ambiente y la verdad que yo siempre he soñado en eso”, contó Leo. Además de pelear, también es entrenador y da clases en el gimnasio, algo que también le apasiona. “Cuando veo triunfar a mis alumnos, me gusta tanto como casi triunfar yo”, asegura.

En redes sociales, es toda una celebridad. Acumula 243.000 seguidores en Instagram y más de 436.000 en TikTok. “En todos los deportes, la gente más importante siempre es la más mediática, y yo vi que no había nadie dentro de las redes sociales que se dedicara a enseñar técnicas ni a inculcar conocimientos de las artes marciales”, explicó Leo. A pesar de ser tan joven, como prácticamente se ha criado en un gimnasio y lo ha visto desde que nació, tiene muchos conocimientos. “En el momento en el que empecé, aún sigo teniendo bastante cuerpo de niño para la edad que tengo, pero en ese momento, yo era muy, muy pequeño. Como llevo tantos, en ese momento daba clases a niños, y yo sé un montón de técnicas y de cosas a la perfección, detalle a detalle”, reveló.

TikTok fue la plataforma que le catapultó a la fama. “Todo el día estaba explicando las técnicas a los niños. Después, cogí y las grababa en los vídeos, y puse mi propio logo”, empezó. Comenzó a subir vídeos en la red social, pero no en Instagram, ya que le daba vergüenza. “Cree la cuenta y esa noche subí un vídeo, y al día siguiente, me levanté y tenía como 150.000 visitas, y ya tenía 15.000 seguidores, o algo así. Ese vídeo, a día de hoy, tiene seis millones de reproducciones. Ahí fue cuando empecé a dar el boom y ya dije, no puedo parar si he empezado así”, recordó el pequeño de los Climent. Leo es el siguiente en la lista después de Topuria, que tiene 4,2 millones de followers. “Ahora mismo, la segunda persona con más seguidores de España en el mundo de las MMA es la primera Ilia y la segunda soy yo”.

Una de las frases más virales y características de Leo es: “No te cagues”. En todos sus vídeos dice esas palabras que ya se han convertido prácticamente en un sello de identidad. “El creador fue mi padre y medio se lo robé un poco. Cada vez que nos subíamos a un pódium, cuando ganas o lo que sea, siempre me ponía así y decía: ‘No te cagues’. Entonces, quería meter mi propia personalidad al vídeo y así se dio”, relató.

Leo Climent posa para AS durante su entrevista en el Climent Club de Alicante
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Leo Climent posa para AS durante su entrevista en el Climent Club de AlicanteFITO GONZALEZ

A pesar de tener a dos de los grandes padres de las MMA en su casa, Leo no ha dudado en ir a otros gimnasios para seguir creciendo como deportista. Es cinturón marrón de judo y, justamente, ese deporte de contacto no se practica en el Climent Club. “Yo hacía judo porque en las cosas que más competiciones hay en España es el judo, porque es un deporte olímpico y muchos niños lo practican. Todos los fines de semana hay competiciones. Mi padre quería inculcarme el competir y estar curtido, saber llevar los nervios”, recordó Leo. Practicaba esta modalidad en otro gimnasio, el Judo Club Isabel Fernández de Alicante, de una campeona olímpica. Ahora, también se desplaza a entrenar al Club de Boxeo La Familia, de Javi Climent, el especialista en pugilismo que colabora en el equipo Topuria y que ha ayudado a que el hispanogeorgiano tenga un boxeo espectacular. “Si puedo sacar conocimiento de todos los lados, lo saco”, aseguró.

A pesar de que, como en casa, en ningún sitio, Leo es consciente de que, cuando entrena fuera, tiene que ser más formal. “Siempre que he ido a otros lados a entrenar me pongo más en serio y es como, bueno, les quiero hacer caso. Pero aquí como es mi padre, es mi tío... de vez en cuando voy un poco más cabeza loca y no hago tanto caso. Igualmente, estoy aquí todos los días”, reconoció. También destacó la importancia de un psicólogo.

Leo todavía no ha dado el salto a profesional, es amateur. Hace un mes, peleó en WOW 11, en Sevilla, donde firmó una derrota un tanto controvertida. “La gente como que quería meterme caña. Muchos fueron allí para verme perder. No todo el mundo me quiere ver ganar, pero bueno, es parte del camino”, contó. Perdió a los puntos con Pablo Colado, un peleador con más experiencia en la jaula que él y que supo trabajar muy bien la defensa. “Fue una pelea dura contra un chico duro. También, es más mayor que yo y el chaval ya tenía cuerpo de hombre y yo de niño. Igualmente, eso creo que fue lo que más me influyó en la pelea, el desarrollo de mi cuerpo y su desarrollo de su cuerpo”, relató. A pesar de todo, no está conforme con el resultado. “Para mí, me robaron la pelea. No me gusta meter excusas. Perdí, respeto la decisión del que piense, y no tengo problemas, pero me lo llevo como una experiencia positiva, porque ya pegarme las guerras que me pego, como la que me pegué, porque fue una total guerra, con 18 años siendo amateur, después cuando pase a profesional y me pegue una guerra con otro tío, va a ser como caminar por el patio de mi casa”, concluyó.

“La gente tiene mucha envidia aquí en España, pero demasiada, mucha, mucha, mucha. Hay mucho hater. Me levanto a las ocho de la mañana todos los días y me voy del gimnasio a las diez de la noche. No salgo de fiesta, no me drogo, no fumo... Soy una persona sana y toda esa gente seguramente estará ahí en sus casas. Todas las cosas que te he dicho que no hago, la mitad lo harán todos”, aseguró Leo, que siente que los jueces le puntuaron más por su nombre que por su actuación en el octógono. El pequeño de los Climent está esperando a terminar de desarrollarse completamente para dar el salto a profesional. “Técnicamente estoy muy bien, y los huevos los tengo. En este deporte hay tres factores: el físico, la técnica y los huevos. La técnica y los huevos los tengo, lo que me falta es el físico”, reconoce.

Como no podía ser de otra forma, el objetivo de Leo es la UFC. Quiere ir escalando y subiendo hasta llegar a lo más alto. A pesar de tener un peso similar, asegura que nunca se enfrentaría a Aleksandre o Ilia, porque “son familia”. Puso de ejemplo la amistad de Merab Dvalishvili y Aljamain Sterling, excampeón del peso gallo, que nunca se enfrentaron por el vínculo que les une. “Imagínate yo con Ilia, que yo lo conozco desde que yo tengo siete años y él tiene 14. Toda la vida juntos. Yo no peleo con mi familia, no pelearía con nadie de los que hay aquí en el gimnasio”, sentenció. Una de las brillantes joyas que reluce en el Climent Club.

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