Del Bosque, los que había y Alcácer

¡Quién nos iba a decir que el partido de hoy nos iba a sobrar! Pero así ha sido. Durante algún tiempo contemplamos la posibilidad escabrosa de jugarnos el pase el último día en Ucrania. No ha sido así porque aquella derrota en Eslovaquia quedó disuelta entre victorias, así que hoy Del Bosque aprovechará, como suele, para dar juego a todos los citados, o a los más que sea posible. Es algo que no me convence, me gusta más una Selección estable y conjuntada, en la que los que entren o salgan lo hagan por razones de lesión o circunstancias especiales de cualquier índole, no por justificar la llamada.

Pero Del Bosque tiene su método, sus modos, y así le ha ido bien, salvo en el descalabro del Mundial. Ahora ha conseguido clasificarnos como campeones y con una jornada de ventaja, sin revolución, a su manera. Bien mirado, el equipo es el que había, salvo los que se han ido. En condiciones de exigencia y salvo lesiones, se percibe un grupo de ‘fijos’: Casillas, Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba, Busquets, Cesc, Silva, Diego Costa e Iniesta, todos supervivientes de la hecatombe, y muy cerca de ellos están los Cazorla, Mata y Pedro, que también lo son. Así que ha tirado con lo mismo, salvo los que se fueron.

La tradición venía exigiendo que a un fiasco como aquel siguiera una expiación, una renovación. Se solían salvar pocos, se empezaba ciclo de otra forma. Y hasta con otro seleccionador. Con Del Bosque no ha pasado. Lo revolucionario ha sido precisamente no hacer revolución. Eso quedó para los partidos que no sirven, como el de hoy, pero el equipo de verdad es el de antes, salvo los Xavi, Xabi, Villa y Torres, vencidos por el tiempo. Así que hay pocas plazas libres. Veamos lo de hoy como un concurso de méritos y prestemos atención especial a Alcácer, que está dando mucho más de sí que Diego Costa.