España, actual campeón de la Copa Davis, tratará de evitar desde hoy la humillación de perder la categoría ante una rival, Uzbekistán, al que desconoce casi por completo y que apenas tiene peso específico en el concierto mundial. El título conquistado por el equipo español el pasado mes de diciembre en el Palau Sant Jordi de Barcelona, el primero en su historia, ha sido uno de los más efímeros que se recuerdan, pues apenas dos meses después, en Eindhoven, la Armada caía ante Holanda y se convertía en el sexto país que era eliminado en la primera ronda después de haberse proclamado campeón del torneo.

Por suerte, el sorteo de la permanencia en el Grupo Mundial fue benévolo para los españoles, que tendrán su purgatorio particular ante Uzbekistán, cuyos mejores jugadores, Vadim Kutsenko y Oleg Ogorodov, ni siquiera se encuentran entre los 190 mejores de la clasificación de la ATP.

Jordi Arrese, uno de los tres capitanes que forman el G-3 (junto a Juan Bautista Avendaño y Josep Perlas), y que estuvo al frente del equipo en la eliminatoria ante Holanda, ya aseguró que los uzbekos eran "uno de los equipos más fáciles" que les podía tocar.

Por contra, Josep Perlas, que ahora ejercerá como capitán en la eliminatoria que se disputará en las instalaciones del Club de Tenis de Albacete, no se fía demasiado de la teórica inferioridad del rival y ha convocado a los mismos hombres (la artillería pesada de la Armada) que perdieron en Eindhoven. Ferrero volverá a ser el número uno del equipo tras una temporada excelente que le ha llevado a estar entre los cinco mejores en la Carrera de Campeones; Corretja, que puede volver a ser depositario de la confianza del capitán, partirá como número dos en detrimento de Moyá, que aguarda una oportunidad para la última jornada; Corretja y Balcells, que completaron un año 200 triunfal, volverán a formar el doble.