¡Vivan los piques!

¡Vivan los piques!

Puras dice que sus declaraciones fueron sacadas de contexto y que su preocupación tras ganar, de forma brillante, el Rally de Córcega no era quién le había felicitado. Mientras, Sainz asegura que no quiere polémicas, pero que el cántabro tampoco parece haberse alegrado mucho de ninguno de sus 23 triunfos mundialistas. Lo cierto, se mire por donde se mire, es que el enfrentamiento entre nuestros dos mejores pilotos de rallys es indiscutible y sus posturas irreconciliables.

Yni falta que hace. Si la pugna se mantiene, como es de esperar de sus protagonistas, en el terreno deportivo y dialéctico, ojalá no sólo se produzca esta sino otras muchas más. Para los aficionados españoles, si de algo ha carecido el certamen internacional en los últimos años es de alternancia. Todos nos alegramos de que Sainz gane carreras, pero si otro de los nuestros pudiera hacerlo, aún mejor. Que se lleven o no bien es lo de menos.

Ojalá que el pique entre ellos sea otro de los alicientes de la temporada 2002. Por ahora, y por desgracia, no es desde luego así. Porque mientras que Carlos se marcha a Australia a defender sus opciones al título mundial, Chus se queda en Asturias buscando la corona nacional de tierra. Hoy juegan en Ligas diferentes.