Revista de prensa

Primera | Zaragoza

Revista de prensa

HERALDO DE ARAGÓN:"Acuña regresó para firmar su mejor partido"

Alejandro Lucea

"(...) La Romareda vio al mejor Zaragoza de la temporada. Acuña regresó de Venezuela para firmar su mejor partido, para ser el elemento equilibrador de su equipo, el monarca del centro del campo, el hombre capaz de marcar con su parábola perfecta desde treinta y cinco metros. Superó a Casillas, llevó tres puntos de oro al casillero del Zaragoza y consiguió que La Romareda se volviera blanca por el agitar de los pañuelos que subrayaban su hazaña (...)".

EL PERIÓDICO:"El 'Toro' da alas al equipo con un gol antológico"

Alfonso Hernández

"(...) El día que le hagan la autopsia a Roberto Acuña (Dios le guarde muchas temporadas en el Zaragoza), el médico forense no sabrá si es mejor firmar la defunción o invitarle a jugar un rondo en los bajos del hospital. Venía el Toro de uno de esos viajes que le dejan a uno el cuerpo como un higo y la cabeza igual que una batidora. Cuando el partido terminaba sin remedio en un frío empate, marcó un gol antológico que dejó boquiabierta a La Romareda (...)".

EQUIPO:"Un golazo de Acuña les dio la victoria en el descuento"

J. Ignacio Martín

"(...) Decía que merecía la pena meterse semejante paliza para jugar contra el Madrid. Tenía razón. Miles de kilómetros, muchas horas de vuelo y más de noventa minutos dejándose el alma sobre el césped para desatar en un suspiro la euforia de la afición maña. Fiesta grande en Zaragoza siete años después, porque Acuña escupió a la cara del Real Madrid una de esas sentencias futbolísticas: los partidos no acaban hasta que no pita el árbitro. (...)".

EL PAÍS:"El bombazo de Acuña destruye al Real Madrid"

Santiago Segurola

"(...) Por cierta naturaleza contradictoria del fútbol, algunos partidos peñazo, y éste fue uno de ellos, se resuelven con acciones de una belleza imprevista. Al final de un encuentro marcado por la ausencia de juego, Acuña superó a Casillas con un lejano remate que describió la parábola perfecta. No fue una delicada vaselina, sino un disparo violento, de algún modo parecido al que marcó Esnáider en la famosa final de la Recopa frente al Arsenal (...)".