El Atlético del año que viene está dispuesto a armar el taco. Nada de medias tintas. Un superequipazo se quiere construir para que le ponga los puntos sobre las íes a Real Madrid, Barcelona o Deportivo. El primer aviso es la negociación con el mítico jugador del fútbol alemán de la última década. Un jugadorazo y un gran cerebro que ha sabido colocar al Bayern Múnich en lo más alto de la élite mundial.

Los envidiosos hablarán de sus años. Tampoco nosotros nos hemos preocupado mucho del carnet de identidad de Zidane. Los fuera de serie tienen fútbol en sus botas para dar y tomar. Es el caso de Effenberg. Hace jugar a todo un equipo al compás que marca y como lanzador de faltas pocos le igualan en el fútbol actual. El cuerpo técnico del Atlético se sigue manejando con solvencia. Puede llegar con un coste cero para las arcas atléticas y volvernos a recordar los maravillosos años que nos brindó Schuster, su principal valedor, con la camiseta rojiblanca, y que culminó con una sensacional victoria en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid en la final de Copa.

Que los seguidores atléticos lo tengan claro. El club del Manzanares les tiene preparadas más de una sorpresa para el próximo año. Paulo Futre y Luis Aragonés son amantes del buen fútbol. El bienio italiano ha pasado, afortunadamente, a mejor vida.