La sección utópica del Barça

La sección utópica del Barça

Cacá o Paulo Ricardo lleva tres de tres. Con él el Barça ha ganado al Caja Segovia en Segovia, ha roto la racha invicta del líder, El Pozo, y ha tumbado a uno de los aspirantes a jugar la Copa, el GMI. Pero, además, esos nueve puntos le dan una opción para jugar la Copa, un objetivo de ciencia ficción hace unas fechas.

¿Qué si un jugador puede cambiar a un equipo? Ya lo ven. El Barcelona tiene un buen conjunto. Una mezcla de hombres de la casa y de brasileños (ya tiene cuatro) y, eso sí, un presupuesto de risa para el apellido que lleva. Pero tiene un buen equipo al que no dejan ni salir en Televisión, como quedó demostrado en vísperas del encuentro ante El Pozo.

Esto y la silenciosa llegada de Cacá es otra demostración de que al club no le interesa para nada la sección. Una sección que depende de unos locos enamorados del fútbol sala y de alguna ladilla incorporada que le hace más daño que bien en su constante afán de acallar detalles como el fichaje de un gran jugador. Cacá durará en el Barça lo mismo que un pastel a la puerta de un colegio, cuando lo ideal sería echar a las ladillas y apostar por la continuidad de Cacá, para que el equipo estuviera a la altura del apellido que lleva. Pero eso, tratándose del Barça y el fútbol sala, es utopía.