Dijo Sir Alex Ferguson hace sólo tres semanas que el Manchester United no podría volver a perder si quería ganar la Premier League esta temporada. El tiempo, muy poco tiempo, no ha tardado en quitarle la razón, sobre todo después de la jornada de ayer en Inglaterra. Si ganan hoy al Fulham de Al-Fayed, los diablos rojos estarán a sólo tres puntos del líder, que ahora es el Arsenal tras su corta victoria ante el Middlesbrough (2-1).
Los cañoneros de Highbury fueron los únicos del pelotón de cabeza que lograron la victoria. El Liverpool se quedó en el empate, y fue de milagro. Sobre todo, por la sorprendente y equivocada titularidad del recién llegado Nicolas Anelka. Tuvo que ser el Balón de Oro, Michael Owen, el que tras entrar en el campo lograra el tanto (su gol 100 con el Liverpool) que salvaba el empate para los reds.
Otro que fracasó ayer, y de manera más estrepitosa, fue el Newcastle de Robson, sorprendente y destacado primero que dio la de arena con su derrota en casa ante el Chelsea. Y eso que no fue Hasselbaink, sino Gudjohnsen, el que consiguió los dos goles del equipo londinense.
Con esta victoria, el Chelsea alcanza los 33 puntos y se suma así al grupo capaz de luchar por el título, lo mismo que el Leeds, que se impuso a domicilio al Southampton con un solitario gol en el 89' de... Lee Bowyer. El desahuciado centrocampista, declarado transferible hace sólo tres semanas, salva a su equipo con un gol decisivo por segunda semana consecutiva. O' Leary ya puede rescatarlo para su causa. El técnico, por cierto, no se irá al United como se había especulado. Peter Ridsdale, presidente del Leeds, aseguró ayer que "OLeary estará mucho tiempo en nuestro club".
El Manchester United, pues, tendrá que seguir buscando un sustituto para el experimentado Ferguson, que esta vez ha errado. Hoy, incluso puede permitirse el lujo de perder con el Fulham.
