Operación 6-M

Después del festín de fútbol del sábado, hoy los jugadores del Real Madrid regresan al lugar de los hechos con más hambre de balón. Esta vez la Copa llama a la puerta y en una eliminatoria muy seria. El Rayo es rival de Primera y aunque esté dando sensación de flaqueza, el torneo del K.O. tiene esta temporada un amplio margen para la sorpresa. Curiosamente, en la Federación parece que ya hubieran hecho su apuesta, con aquello de poner fecha a los vallecanos para el encuentro aplazado con el Alavés en jornada de semifinales. En el vestuario madridista tienen auténtica obsesión por jugar la final del 6 de marzo en el santuario blanco. Es innegociable.

Si los Ultrasur tuvieran que entonar una canción antes del partido, sería aquella de "todos queremos más..." Y es que, efectivamente, el aficionado se quedó con ganas de ver más a Raúl, a Zidane, a Figo y a todas las estrellas blancas luciendo como lucieron el sábado. Es probable que nadie, ni siquiera los más aférrimos antimadridistas, hayan encontrado nada mejor en el mercado de la actual Liga que la primera media hora del Madrid ante el Depor. Si el Once de la Fama consigue mantener ese ritmo, el Rayo tendrá que sacar los tanques al césped en el partido de vuelta en Vallecas. No encontrará otro remedio para anular la potencia del líder de la Liga y campeón de invierno.

Dice Gregorio Manzano que no hay una vacuna antizidane. Un lamento del técnico que adelanta lo que vamos a ver esta noche en el Bernabéu. Zidane va a ser una tortura para el sistema defensivo del Rayo. Helder y Pablo Sanz, con Corino y De Quintana no tendrán ojos más que para el francés. Pero ahí está la trampa: cuando todos persigan al crack, aparecerá Raúl, Roberto Carlos, Helguera o Figo para maltratar a Lopetegui. Por cierto, éste amigo personal del portugués.

Suenan clarines en el Bernabéu, que diría un taurino. Es el partido de homenaje a la afición, según han determinado los gestores del club blanco, como reconocimiento a la respuesta del público madridista durante la temporada. El estadio se llena en cada encuentro y el equipo blanco lo agradece. Hoy, con la resaca de la exhibición ante el Deportivo, el Rayo intentará guardar la ropa para buscar su oportunidad en la vuelta en Vallecas. Pero Zidane y Raúl están en condiciones de dar el golpe del K.O. hoy mismo.