El Racing regresa al cielo

Todo estaba preparado para rematar una jornada histórica y el Racing no falló y derrotó a un muy digno y profesional pero relajado Atlético, sellando su octavo ascenso a Primera a lo grande, como corresponde a su historia y tradición. Quique Setién, el mago de El Sardinero, ha obrado el milagro de la resurrección de un equipo que estaba sumido en el desconcierto. Cantabria sólo ha sufrido un añito en el infierno.

Sostiene Quique Setién, buen jugador de ajedrez, que existen similitudes entre lo que sucede en un tablero y lo que se maneja en un campo de fútbol. En el ajedrez, quien tiene el control del centro del tablero y mueve piezas con inteligencia aumenta sus opciones de alcanzar al rey. Claro que luego hay que contar con el enemigo que sabe defenderse con talento provocando atascos en el que ataca para proyectarse con maniobras letales al contraataque. Y Setién medía ayer su probada capacidad contra un maestro, Luis Aragonés, situado en la otra parte del tablero con la seguridad, el oficio y la tranquilidad del que sabe que ya ha rematado su particular jaque mate del ascenso con autoridad.

Puestas así las cosas, el Racing se organizó con su línea de cuatro atrás y un doble eje muy luchador con Nafti y un activo Diego Mateo, buscando el uno contra uno en la derecha con Pablo Sierra, la velocidad de Txiki en la izquierda y la conexión entre Javi Guerrero (un peón descartado por Aragonés para el Atlético en pretemporada) y el goleador Bodipo. Y Setién buscó meter en el cerebro de todos que había que jugar en la mitad del tablero contrario, sí, pero con la debida precaución porque enfrente había enemigo inteligente.

Profesionalidad atlética

Luis, al que le gusta ganar hasta en los rondos, jugó sus bazas con la debida profesionalidad. Ausentes el ‘Mono’ Burgos y Sergio, Toni tuvo oportunidad de aparecer de nuevo en el escenario y superó su lógica falta de ritmo con su experiencia. La serenidad del Atlético le hacía peligroso, aunque su tono vital sí contrastaba con la agresividad del Racing, que salió a comerse la gloria. Además, había marcado el Xerez en Huelva y aunque no se anunció por el marcador, Carrusel no falla nunca, lo que metía más urgencias a los de Setién. Y encima a Roberto le dio por asumir el papelón de chico malo en el guateque y le pegó un par de sustos a Lemmens de no te menees, como el calvo Movilla, que en una contra puso los pelos de punta a toda Cantabria, mientras que Bodipo tuvo las mejores opciones locales. Cuando empató el Recre, ya sí, un clamor.

El segundo tiempo arrancó con paradón de Lemmens tras una maniobra entre Torres y Dani, a la que respondió un Bodipo hiperactivo. Setién movió pieza con Ismael que correrías de Txiki, un síntoma evidente de que el Racing comenzaba a sufrir tanto desgaste psicológico. Pero los amigos onubenses de Bodipo remataron su faena y se subieron a la carabela en Huelva, y el Racing se creció y el gol de Mora le hizo volver a Primera.