Brasil no duerme por seguir a su Selección

Al éxito o el fracaso de las selecciones se suele unir el mismo balance de las cadenas de televisión nacionales. Es lo que le está sucediendo a O Globo, la supercadena brasileña, que retransmite en exclusiva los partidos de Brasil en este Mundial. Iniciaron la andadura con escepticismo por los titubeos de la canarinha en la fase de clasificación, pero los datos que manejan los enviados especiales de la cadena a Tokio, unos 40 millones de espectadores presenciaron el partido de cuartos de final con Inglaterra, lo que significó llegar a un share próximo al 84%. Todavía no están en cifras de récord, pues en la final del Mundial 94 llegó al 95%.

Pero es una cifra impresionante si se considera, además, que por la diferencia horaria de exactamente doce horas, la retransmisión del encuentro fue a las tres y media de la madrugada. "Nadie durmió en Brasil", comenta a AS la reportera Fátima Bernardos, estrella de los informativos de O Globo, que se incorpora a los equipos de enviados especiales deportivos en los grandes acontecimientos. La cadena de televisión tiene en Tokio a un equipo de cien profesionales. Todos se hospedan en el mismo hotel de la selección de Brasil y son como de la familia para los jugadores. El montaje de sus programas es realmente espectacular, con cuatro o cinco puntos de conexión alterna, desde sitios tan curiosos como el hall del hotel, la salida del autocar hacia el entrenamiento o mezclados entre los fans japoneses. Realizan cinco conexiones diarias y dos programas especiales con entrevistas exclusivas. Los estudios de audiencia demuestran , según Fátima Bernardos, "que las entrevistas con Ronaldo y Roberto Carlos son las que más gancho tienen".