Botero, campeón, e Igor González de Galdeano, bronce

Ciclismo | Mundial

Botero, campeón, e Igor González de Galdeano, bronce

Botero, campeón, e Igor González de Galdeano, bronce

Aitor González ha acabado séptimo. El alemán Michael Rich ha conseguido la plata.

El vitoriano Igor González de Galdeano consiguió el bronce en el Campeonato del Mundo contrarreloj, que se disputó hoy en el circuito belga de Zolder sobre 40,4 kilómetros, y en el que se impuso el colombiano Santiago Botero, bronce en 2001 en Lisboa, por delante del alemán Michael Rich, plata en 2000 en Plouay.

El ciclista del ONCE-Eroski llegó a Zolder como segundo 'espada' de la expedición española, un punto por detrás de Aitor González, reciente campeón de la Vuelta a España y máximo favorito antes de la prueba, pero rayó a una gran altura, sólo 17 segundos peor que Botero pese a no disponer de referencias en todo el recorrido, y se apuntó una medalla que rompe una sequía de tres años de corredores nacionales en el podio de la crono mundialista.

Aitor, la decepción

La cruz de la prueba la protagonizó Aitor González, cuya victoria en la ronda española ha pasado factura a su estado físico y a sus prestaciones. El de Zumárraga concluyó en séptima posición, a un minuto y cuatro segundos del vencedor, y nunca estuvo metido en la lucha por las medallas, ni siquiera en el primer punto kilómetrico (km.20) en el que ya perdía 45 segundos.

Igor González de Galdeano, que ya había conseguido el bronce en la contrarreloj por equipos del Mundial junior de 1991, recoge así el testigo de Abraham Olano y Melchor Mauri, últimos medallistas españoles con el oro y la plata en el Mundial holandés de Valkenburg en 1998, y pone un broche perfecto a una sobresaliente temporada en la que sólo se le 'atragantó' la Vuelta, en la que tuvo que retirarse después de una caída.

El vitoriano asimilió los sabios consejos de su director de equipo, Manolo Sáiz, maestro en la disciplina de contrarreloj, y ya demostró sus prestaciones en la crono de la Midi Libre, en la que derrotó al propio Lance Armstrong. Vencedor también en la Vuelta a Alemania, Igor fue líder del Tour después de que su equipo se impusiera en la crono por equipos de la ronda gala. Un auténtico especialista en mover ggrandes desarrollos sobre superficies llanas, que devuelve a España el protagonismo perdido en esta disciplina.

Botero, campeón a 50,352 km/h de media

Pese a que acudía al Mundial tocado por un resfriado, Santiago Botero Echeverry, el ciclista colombiano más laureado de la historia, cambió la elástica amarilla con la que disputó la prueba, lo que en sí era ya un augurio, por el maillot arco iris de campeón del mundo de contrarreloj, después de rodar a una media de 50,352 kilómetros por hora, ocho segundos mejor que el alemán Michael Rich y 17 que Igor.

Botero sumó su segunda medalla en un Mundial después del bronce cosechado en 2001 en Lisboa y, lejos de los agasajos como campeón, dedicó el triunfo a su abuelo, fallecido antes del inicio de la Vuelta a España.

Sorprendido por el triunfo, el ciclista del Kelme cierra una temporada excepcional en la que demostró ser un auténtico campeón al imponerse en una de las cronos largas del Tour a Lance Armstrong, días después de coronar en primera posición la meta de la cima alpina de Deux Alpes.

El apoyo de José Luis Laguía desde el coche sirvió a Botero, que en el primer paso de cronometraje perdía 12 segundos respecto a Rich, para apurar sus fuerzas e imponerse en los últimos diez kilómetros al especialista alemán. Con ese rodar atrancado, 'sucio' y alejado de la estética del contrarrelojista puro, Botero rompe definitivamente la tradición montañera del ciclista colombiano.

Rich marcó los pasos

Botero sólo fue primero en el último punto de cronometraje. Antes Igor había marcado la línea a seguir. Sólo Michael Rich, plata en 2000, le había superado. Lejos quedaban ya otros de los favoritos como el húngaro Laszlo Bodrogui o el británico David Millar, cuarto y sexto respectivamente en la línea de meta.

El colombiano redujo la ventaja con Rich a mitad de carrera cuando recibió el espaldarazo definitivo de su director: "Sólo cinco segundos te separan del oro". Botero se exprimió, ante él tenía una oportunidad histórica. El del Kelme logró la hazaña, Rich aguantó la segunda plaza e Igor consiguió un merecido premio para el que trabaja sin los flashes que Aitor reclamaba.