Capi demuestra que es el mejor relevo de Valerón

Selección | España-Irlanda del Norte

Capi demuestra que es el mejor relevo de Valerón

Capi demuestra que es el mejor relevo de Valerón

Sáez piensa en el bético para ocupar la mediapunta, pero éste puede jugar también de pivote o extremo.

A falta de Valerón, buenos son Capis, se podría decir. Pues sí... y también no. Capi y Valerón son jugadores de características técnicas similares, es verdad, pero el bético aporta muchas más variantes tácticas a cualquier esquema y una virtud fundamental: el trabajo.

Creativos en el desborde y la distribución (quizá Valerón sea un poco más imaginativo a la hora de dar el último pase), Capi se suma con asiduidad al primer remate de su equipo, deambula por las cercanías del área para recuperar algún rechace (así le marcó al Real Madrid el primer gol del partido que comenzó en la segunda jornada y terminó el martes pasado) y conecta con los delanteros sin necesitar un último pase genial. Hasta ahí, básicamente, las virtudes que dignifican a Capi y Valerón como, según dirían los italianos, dos auténticos fantasistas.

Trabajador

Pero el bético aporta algunas cosas que siempre han crucificado al canario. Éste se siente incómodo jugando lejos de la portería contraria y en cualquier otra posición que no sea la de mediapunta. Capi, al contrario, puede sumarse al trabajo de destrucción de los pivotes si su equipo lo necesita. "Trabaja demasiado", decía el ex técnico verdiblanco Juande Ramos en un intento por guardar las fuerzas de su jugador el año pasado. Con los meses, el bético trabaja, pero también se dosifica cuando los minutos pasan y la parte de atrás necesita un respiro.

La de pivote defensivo no es la única posición del campo que puede reocupar Capi si, en este caso, Iñaki Sáez lo precisa. Le pasa en el Betis de Víctor Fernández en los últimos compases de cada partido: el técnico maño cambia a uno de los extremos (Denilson, por la izquierda, o Joaquín, por la derecha) y coloca ahí a Capi. Y el bético funciona, desborda y centra, en otra demostración de que Capi puede hacer de Valerón... y un poquito más.