Domínguez Dibb, el Gil de Asunción

Intercontinental | Real Madrid - Olimpia

Domínguez Dibb, el Gil de Asunción

Domínguez Dibb, el Gil de Asunción

Hace 25 años, Osvaldo Domínguez Dibb asumió la presidencia del Olimpia. Sólo un pequeño paréntesis entre 1991 y 1995 le apartó de una de sus grandes pasiones: el fútbol. Pero ésta no es nada más que una de las múltiples facetas de este hombre de negocios de fuerte carácter y ambición desmesurada. Sus ansias de poder alcanzan límites insospechados. A sus 62 años, este empresario de origen árabe aspira a convertirse en presidente de Paraguay en los comicios de 2003 y está inmerso en plena campaña presidencial: el 22 de este mes se presentará a las elecciones primarias del Partido Colorado, que lleva 50 años en el poder.

El Rata, como le llaman quienes mejor le conocen, está al frente de los escasos negocios prósperos que existen en un país envuelto en una grave crisis económica. Es dueño de Boquerón, la principal tabacalera paraguaya, situada en la frontera derecha con Brasil (donde le acusan de estar enriqueciéndose a costa del contrabando de tabaco), de la Lotería de su país, de una cadena de hoteles y de una ganadería.

Además, los más importantes medios de comunicación paraguayos son suyos: los periódicos La Nación (patrocinador del Olimpia, su propio club) y Crónica (un diario sensacionalista), y las emisoras de radio 970 en AM y Montecarlo en FM. Aunque estos medios no son totalmente rentables (sobre todo los dos periódicos), Osvaldo Domínguez Dibb no renuncia a ninguno. Su afán de protagonismo y su obsesión por aparecer en las portadas de los principales medios de comunicación del mundo no se lo permiten.

Su marcada personalidad le dejó en evidencia el pasado verano en la final de la Libertadores frente al Sao Caetano. Cuando llegó el momento de recoger el trofeo, el presidente del Olimpia se saltó las reglas impuestas por el protocolo y se lanzó directamente a por la Copa, sin dejar que su capitán lo hiciera previamente. Eso hizo que Osvaldo Domínguez protagonizara un lamentable forcejeo con uno de los directivos de la CONMEBOL que acudió a restablecer el orden.

Pero ahí no comenzó todo: 48 horas antes de que empezara la final de la Libertadores, Domínguez renunció a la presidencia del Olimpia, convencido de que sus jugadores habían montado una gran juerga nocturna: "Me voy cansado de este plantel podrido de jugadores sin autoestima. En vez de ganar, prefieren amanecer con una prostituta a las cinco de la mañana". Los jugadores no le respondieron. Sin embargo, él tampoco mencionó que debe dinero a sus futbolistas. Su hijo Julio Osvaldo asumió el cargo durante las pocas horas que duró su renuncia.

Sus problemas con la justicia también han dado la vuelta al mundo. Presentó una demanda contra la FIFA por problemas derivados del traspaso de dos jugadores: Enciso y Maldonado, pero retiró la denuncia antes de que su equipo quedara excluido de la Intercontinental. También tuvo palabras de desdén contra la FIFA: "Es un cambalache. Consiguieron echar del Mundial a Italia y a España para que Brasil ganara el Mundial".