La crisis es evidente

La crisis es evidente

Me causa extrañeza el hecho de cómo todo el mundo en el Valladolid se desmarca rápidamente de la palabra crisis. Son varios ya los jugadores que en público se mofan de que se les pregunta si hay crisis y creen que es un invento. Si encajar tres derrotas consecutivas, estar cuatro partidos sin hacer un gol, sumar cuatro puntos de los últimos veintiuno posibles, haber perdido cinco de los últimos siete partidos, sumándose un empate únicamente de las visitas de Mallorca, Málaga y Celta, es no estar en crisis, me quedo tranquilo. Como dice Van Gaal, aún no se ha tocado fondo y se puede llegar a estar último, es cierto.

Es como si los futbolistas asimilaran mejor un cese del entrenador o una clasificación poco decorosa que esa palabra, la crisis, que parece presionarles mucho a ellos para evitarla. Lo curioso es que los mismos futbolistas que más desmienten la crisis, más cuestionan en petit comité a su entrenador. Es decir, lo ven negro pero en público no lo reconocen y ningunean a aquel que osa preguntarles sobre la crisis en cuestión. Y es que lo de perder mucho, no hacer goles, sumar poco, no es una crisis ni matrimonial, ni de gobierno, ni por supuesto económica del país, pero el que me diga que el Valladolid no está atravesando una preocupante crisis de resultados, una de dos, o es un caradura o sencillamente es tonto. Esta crisis la ve hasta un ciego.