Después de las críticas, sus dos goles históricos le convierten en héroe. ¿Paradójico?

Lamentablemente el fútbol ha sido es y será así. Esto demuestra que el fútbol disfruta de mala memoria. Reencontrarme con el gol me ha quitado algo de ansiedad, pero al marcar ni me acordé de los silbidos. La pelota es la que dicta la suerte del delantero. Si entra, muy bien. Si no lo hace, a seguir trabajando.

¿Cómo se sintió al oír a Darío defenderle de las críticas?

Todo el vestuario me respaldó y eso es un orgullo para mí.

Y después del Leeds, el AEK.

Son muy ofensivos, aunque no tendrán la calidad de Tsartas.

Primero se juega en casa, ¿firmaría un empate y otros dos goles suyos en Atenas?

Prefiero resolverlo en Málaga con un marcador holgado e ir a Atenas tranquilos para evitar dificultades de última hora, pero eso no va a ser nada fácil.

Si se gana al AEK, los posibles rivales serían Hertha o Boavista, ambos asequibles.

Primero hay que ganar a los griegos. No me gustan esas euforias, hay que ir paso a paso.

Usted ya hizo un buen papel en la UEFA con el Cagliari y ganó una Recopa con el PSG. Parece que Europa se le da bien.

Europa es un aliciente para cualquiera. En todos los vestaurios se respira un clima diferente.

¿Cómo encaran a este Depor que no está muy fino?

El Depor siempre es un rival complicado y Riazor un campo difícil para puntuar.

Pero parece que tienen problemas en defensa.

No es normal la cantidad de goles que están encajando. El Depor se caracteriza por marcar muchos goles y recibir pocos y ahora parece que tienen que afinar un poco más en defensa. Pero son los mismos jugadores que antes.

¿Cómo puede afectar el desgaste de Elland Road?

Estamos un poco cansados, pero la victoria del jueves ha significado un impulso psicológico para el equipo muy importante.