Culpables, todos

Culpables, todos

Lo había escuchado muchas veces, pero nunca había tenido tan claro como hoy su significado: una banda. Es el modo coloquial de calificar, en baloncesto, lo contrario de un equipo unido. Y me duele mucho decirlo, pero temo que el Madrid actual está a un sólo paso de convertirse en banda. La crisis que venía gestándose desde hace años puede estallar definitivamente esta temporada. El equipo puede romperse en pedazos si alguien no encuentra soluciones de urgencia. Demasiados divorcios para que la familia funcione. El público se siente engañado por los jugadores. Los jugadores forman camarillas que recelan entre sí. El entrenador busca y no encuentra guerrilleros con los que luchar a la desesperada. Florentino recibe consejos antagónicos y no sabe cómo apagar el fuego. Valdano ha dado tantos golpes de timón que ha perdido el rumbo, ha dejado la nave a la deriva.

Todos tienen su porción de culpa, comenzando por arriba. Gestionar no se limita a poner dinero. Hay que asumir responsabilidades, no buscar culpables en los que cargar la incompetencia propia. El baloncesto es herencia de los hombres más ilustres en la historia del Real Madrid. No se debe liquidar la obra de Bernabéu y Saporta. Este Prestige hay que salvarlo en puerto y no hundirlo de modo vergonzante.