Galácticos como auténticos niños

Primera | Real Madrid

Galácticos como auténticos niños

Galácticos como auténticos niños

jesús aguilera y a. gonzález

Ronaldo, Figo y Roberto Carlos tomaron parte ayer, en la plaza de toros de Vistalegre, en un clinic patrocinado por Nike al que asistieron 10.000 niños.

Como si de una presentación de Hollywood se tratara, a las seis de la tarde se apagaron las luces del Palacio de Vistalegre (plaza de toros y pabellón del Estudiantes). Los focos de luz se dirigieron a tres bocanas de acceso al coso y Manolo Lama (que ya dudo si es el mejor narrador de fútbol de España o un showman en potencia) comenzó a dibujar la aparición de Figo, Ronaldo y Roberto Carlos.

Diez mil niños aclamaban sin cesar desde hacía más de media hora la aparición de los cracks madridistas. En ese momento los tres magníficos, junto con una treintena de chavales (quince ya elegidos por compromisos y quince escogidos al azar entre el público) comenzaron a hacer las delicias del público que prácticamente llenó Vistalegre. Primero, repartidos en tres pequeños campos, los madridistas enseñaron a los niños a regatear, a controlar y a tocar el balón. El siguiente paso fue entrar en La Jaula y disputar un torneo triangular en el que los Tornados se dividieron en tres equipos de tres integrantes cada uno. Roberto Carlos y su equipo ganaron los dos partidos y se proclamaron campeones ante la mirada atónita de Figo que dijo irónicamente: "Ronaldo es un chupón".

Tras el triangular, los cracks respondieron preguntas que les formularon los niños, para jugar después un partido en el que se combinó fútbol y arte: los adversarios fueron el bailaor Joaquín Cortés, el torero Enrique Ponce y el jugador del Estudiantes Felipe Reyes. El matador marcó dos goles, Felipe Reyes mantuvo un duelo de altura con R. Carlos y Joaquín Cortés se quedó con las ganas de taconear para celebrar un gol que no llegó.

Figo ganó el desafío Nike a sus ‘colegas’

Una de las pruebas que tuvieron que realizar los cracks madridistas para demostrar su clase fue la de lanzar dos balones cada uno con dirección a una de las bocanas de la plaza de toros situada a unos cuarenta metros. Ronaldo al igual que Roberto Carlos no lograron introducir en la bocana ninguno de sus dos lanzamientos. Figo, sin embargo, ganó el desafió al introducir uno de sus dos disparos. Con un balón extra el portugués volvió a intentarlo y volvió a acertar.