El año parece que fue de Ronaldo. Pero basta mirar bien y se observa que, más que Beckham, Raúl, Ballack, Figo o Zidane, el hombre mas celebrado se llama Roberto Carlos. Sólo Ronaldo verdaderamente podría poner sombra sobre el gigantesco defensor de un metro 65 de altura... Pues este gigante de la defensa (en Asia aún no creen que él no es un atacante...) esta buscando mas éxitos.
No le parece poco ser elegido uno de los mejores cinco futbolistas del Mundo por FIFA, o ser el casi vencedor del Balón de Oro. Ni siquiera se campeón del Mundo con Brasil, campeón de Europa con el Real, y campeón de la Intercontinental. Ser el MVP de la Supercopa de Europa, tampoco le bastó. Es él, Roberto, el defensor titular por la izquierda, del equipo de todos los tiempos de todos los Mundiales, al lado de Cruyff, Maradona, Beckenbauer, Puskas y Pele. Nada mal. Pero el quiere más. Y tiene fútbol para eso. La última del lateral merengue es la medalla de oro olímpica. Pues tanto él como Brasil, son campeones de todo, y les falta algo. Exactamente la medalla de oro olímpica...
Y Roberto la quiere tanto, que cuando la FIFA le regaló todo un día Real, y los premios a Ronaldo, en Madrid, el defensor buscó personalmente al presidente de la Federación Brasilera de Fútbol, Ricardo Teixeira, para hablarle exactamente de eso. Con el mismo coraje que enfrenta los atacantes de Europa, Roberto le dijo a Teixeira que rompa con una idea fija que él tiene ya hace años: la de no incluir en la selección olímpica de Brasil los tres jugadores permitidos con más de 23 años. Desde el desastre en los Juegos de 1996, Teixeira ha jurado nunca más repetir la terrible exhibición de la selección, que hasta el mismo Bebeto y Aldair ha traído a Atlanta. Pues Roberto, con su característica simpatía, le dijo a Teixeira: "Presi, que tal? Aquí estoy con una idea, un deseo. Brasil le falta sólo esta medalla. Y yo quiero seguir ganando con la selección. Quiero esta medalla. Pues, por favor, Presidente, permítame participar de esta convocatoria, y tomar parte de la selección en los Juegos de Grecia en 2004. Estaré en perfecta forma física, y creo que podré ayudar a los más jóvenes dentro de la cancha con mi experiencia".
Para la sorpresa de Roberto, el presidente de la Federación Brasileña ha expresado simpatía por la idea, y prometió considerarla muy bien. O sea, más que un jugadorazo, Roberto ahora actuará también de consejero para los chavales sub-23 que representarán a la selección brasileña en los Juegos Olímpicos del año 2004.
