El ensayo más célebre ha cumplido 30 años

Gareth Edwards, ¡Es una estrella! ¡Es el Ensayo con mayúsculas!", gritaba al micrófono el mítico locutor de rugby Cliff Morgan mientras se llevaba las manos a la cabeza en la cabina que la BBC ocupaba en el estadio de Arms Park.

Lo que Morgan dio en llamar El Ensayo está considerado como la jugada más importante del deporte galés en el siglo XX. Los protagonistas de aquel encuentro cenaron ayer en Londres para conmemorarlo. El tanto lo logró Gareth Edwards, El Rey, el mejor medio melé de la historia y el más odiado por los ingleses, a quienes tumbó en 11 de las 12 ocasiones en las que se midió a ellos. Precisamente de un inglés, Quinell, recibió el balón a 30 metros de la línea de marca de los míticos All Blacks. Un contrapié dejó en el camino al primer neozelandés y su velocidad de corredor de 100 metros (podía haber participado en los Juegos de Múnich 72, pero prefirió el rugby) hicieron el resto.

Aquel encuentro acabó, aunque nadie recuerda el resultado final, con la victoria de los Barbarians por 23-11. Los Baa-Baas hicieron historia aquella fría tarde del 27 de enero de 1973. La afrenta llevó a los All Blacks a medirse a los Barbarians en las giras posteriores para limpiar su nombre. Pero era inútil. Cuentan que un tercio de los galeses (son tresmillones) aseguran haber sido testigo aquella tarde en Arms Park del ensayo que Cliff Morgan contó así: "Kirkpatrick para Williams. Sale a la mano. Phil Bennett le cubre, mientras le persigue Alistair Scown. ¡Brillante maniobra! John Williams…para John Dawes. ¡Qué jugada! Ahora es Tom David, que cruza el mediocampo. Buen pase para Quinnell... Llega Gareth Edwards. ¡Es una es trella! ¡Es el Ensayo con mayúsculas!". En Gales los niños que nacieron aquel año dicen que nacieron el año de El Ensayo. Yo soy uno de ellos.