Inmersión de Rogge en el proyecto de Madrid

Inmersión de Rogge en el proyecto de Madrid

Era el primer encuentro oficial de Jacques Rogge con el deporte español. El contacto se produjo en la Fundación Pedro Ferrándiz, ese templo que el genial ex entrenador de baloncesto ha edificado, con su puro impulso, a la memoria de su deporte más querido. No se me ocurre que pudiera haber mejor manera para que Rogge valorara el sentimiento de Madrid hacia el deporte. Con criterio muy oportuno, el alcalde de Alcobendas aprovechó su visita para dar el nombre de Avenida Olímpica a la hasta ahora Avenida Arroyo de la Vega, donde se sitúa la fundación.

Su perfecto castellano (sólo necesitó que Samaranch le auxiliara una vez, por una única palabra) permitió un debate claro. No rehuyó ninguna pregunta. Sus principales preocupaciones ante los JJ OO son la seguridad y el doping. Gurpegui debe ser sancionado si dio positivo. Hay que estudiar la reducción de los Juegos. Piragüismo y marcha están, efectivamente, en peligro. (Y aquí le hizo un guiño a Odriozola: "Me mira con ojos negros, pero pase lo que pase, seguiremos siendo amigos"). Todas las candidatas parten en las mismas condiciones. No influye si en España hace mucho o no que no se hacen, o si toca tal o cual continente: "Sólo cuenta cuál es la ciudad en la que los atletas pueden sentirse mejor para competir."

Y de allí, al homenaje a Alfredo Goyeneche, cuyo espíritu estuvo presente en el acto. De Alcobendas al centro de Madrid. Tuvimos suerte: el tráfico estaba despejado. Álvarez del Manzano, Ignacio del Río, Gómez Angulo y demás padrinos de Madrid 2012 estaban encantados. Todos sacamos la impresión de que Jacques Rogge se llevaba de Madrid una impresión tan feliz como la que él mismo dejó entre nosotros.