¡Mamma mia!

Ahora sí es creíble. Ahora sí el Barcelona puede presumir de trayectoria europea. Ahora sí que los once partidos consecutivos ganados en la Champions League —incluidos los de la previa ante el Legia— cobran toda su dimensión. Ahora sí que el culé puede soñar con viajar a Old Trafford, escenario de la final, aunque quede mucho y el equipo siga hundido en el fondo de la Liga. En el mejor partido de la temporada, el Barça goleó al Inter, al Inter de Vieri, de Recoba, de Toldo y compañía, y ya tiene un pie en los cuartos de final.

No estaba Louis van Gaal, así que Héctor Cúper no encontró las facilidades que se había acostumbrado a recibir en el Camp Nou. Es un hecho que los jugadores del Barça han elegido la Champions League como cobertizo para guarecerse de la lluvia de críticas. Decía Cúper la víspera del partido que el futbolista, aun sin saberlo, sin ser consciente de ello, escoge y da prevalencia a una competición por encima de las otras. Recordó el argentino su paso por el Valencia, la temporada que Mestalla lo puso verde por su rendimiento en la Liga y lo elevó a los altares por la trayectoria europea. El Barça reedita, aumentada por sus pésimos resultados ligueros y su espléndida prestación en la Champions, aquella historia. Tanto cambia el equipo según se zapee entre competiciones, que hasta tiene desconcertado a su propio público, que a este paso sólo irá al campo los martes o los miércoles.

Con las camisetas cambiadas, el Barça era anoche el Inter y viceversa. El equipo de Cúper cometió los peores errores defensivos, mientras que los de Antic parecían un exponente del calcio. Eso sí: fieles al estilo marcado por su técnico, los italianos nunca perdieron el equilibrio, ni siquiera con el segundo gol. Siguieron jugando igual, reclamaron el control del juego, ejercieron una tremenda presión e impusieron un ritmo frenético al encuentro.

El Barça, recobrada la moral tras la marcha de Van Gaal y el triunfo en el derby del sábado, tuvo orden defensivo (al final Gabri fue el lateral derecho y Reiziger se situó al otro lado), una gran disciplina para presionar en el medio (con la ayuda constante de Saviola para apoyar a la línea de cuatro centrocampistas) y el acierto en ataque que le venía faltando hasta la llegada de Antic.

No es casualidad que Saviola y Cocu hayan marcado su segundo gol en tres partidos. El Pibito está ahora más cerca del área, liberado de las exigencias de Van Gaal, y Cocu tiene soltura para sumarse al ataque, porque participa más del juego ofensivo, tanto a balón parado como en jugadas de construcción.

¿Y Vieri?, se preguntará el lector. Bien, gracias. Vigilado de cerca por Puyol y De Boer, apenas tuvo tiempo ni espacio para decir que ayer pasó por Barcelona. Ni las olió el Bobo, que maldijo su suerte repetidamente. ¿Y Recoba? Igual, pero con el detalle de una expulsión por un feo gesto con Puyol, a quien le dejó un recadito cuando estaba en el suelo.

El Barça se dio un homenaje a costa del Inter. Antic hasta se permitió alinear a Luis Enrique, más de tres meses después de su lesión. Y vibró el Camp Nou, que coreó olés como no recordaba. Si sigue así el Barça, ¡mamma mia!.

Xavi ya tiene 50

Con el de anoche, Xavi suma medio centenar de partidos de competición europea con el Barça. Curiosamente, fue el primero ante el Inter de Milán.