Desde que se conoció la sentencia, Jesús Gil no ha cesado de mostrar una total indiferencia hacia Señales de Humo. Entre broma y broma con su nombre ("hay unos tal fumata blanca o nosequé de cenizas"), el presidente ha repetido en varias ocasiones que, en contra de lo que asegura la asociación, SDH no tiene representación accionarial suficiente como para acceder a una junta general de accionistas. El hecho es que el pasado 30 de diciembre, representantes de Señales intentaron acceder a la junta de 2002, pero se les negó la entrada porque entonces no controlaban las 248 acciones necesarias. Sin embargo, la situación ha cambiado tras el fallo de la Audiencia y, en una hipotética convocatoria, ahora sí tendrían derecho a entrar. De cualquier manera, el actual Consejo de Administración no tiene intención alguna de convocar la junta general de 2003 antes de final de año. Sólo una resolución judicial en ese sentido aceleraría los acontecimientos.