Si los inspectores de la ONU entraran en el vestuario del Deportivo a revisar el arsenal coruñés, Bush hijo le declaraba la guerra a Irureta y a Lendoiro ipso facto. El Deportivo cuenta con Makaay, una metralleta holandesa que ya suma 18 goles en Liga y 27 en lo que va de temporada. A su diestra, Diego Tristán, un espadachín sutil y genial que dibuja lances imposibles con su florete. Y a su zurda, Luque, un delantero veloz y devastador como un misil tierra-aire.

Ayer encabezó el cartel El Niño de La Algaba, artista del gol que alterna grandes corridas con tardes almohadilladas. Y es que como dijo Curro (Romero, por supuesto) "el duende es caprichoso y aparece cuando quiere". Pues anoche, ante el Borussia de Vitoria o el Alavés de Dortmund, el duende se posó sobre las botas blancas del sevillano.

Al cuarto de hora Tristán le robó el palo a Dutruel y el tanto al Alavés. Gol de pillo de barrio. Cuatro minutos después, compuso una obra de arte con una finta con el cuerpo, un dribling y una vaselina. Gol de Plaza Grande. Todo eso ocurrió mientras el Depor era asediado por el Alavés, que mostró la debilidad defensiva local. Magno, Tomic, Jordi... Mucho ir, pero poco llegar. Con los vitorianos instalados en el área de Juanmi, un balón suelto llegó a Makaay, tipo insultantemente efectivo, que escogió el exterior de su pie derecho para alojarla al fondo de las redes.

El segundo tiempo empezó como acabó el primero. Makaay corrió al espacio y se adelantó a Dutruel. Sólo faltaba Valerón. Y fue Makaay quien le cedió su sitio. Ocurrió en el minuto 54. Riazor se puso en pie y Diego Tristán, con ese nombre nació predestinado, celebró la llegada del ‘mago de Arguineguín‘ con su tercer gol. Segundos después le daba la alternativa a Luque, que nueve segundos después ya había marcado.

Hace dos semanas el vestuario local era la 13 Rue del Percebe. Ayer los jugadores regalaron a Irureta un 6-0 (primero de Jabo con el Depor) para celebrar su partido 500 en Primera. ¿El Alavés? Una mala noche.

Valerón reapareció 60 días después.

Juan Carlos Valerón regresó a un terreno de juego dos meses después de otra desgraciada lesión. El canario sustituyó a su amigo Roy Makaay en el minuto 54. Tuvo ocasiones, estuvo muy activo y disfrutó otra vez de una sensación que se le está negando demasiado durante esta temporada. Él y Riazor volvieron a ser felices.

EL DETALLE

El Depor afectado por un virus suizo

La plantilla deportivista se vio afectada por un virus a la vuelta de Suiza. El virus ha dejado fuera de juego al lateral jerezano Quique Romero, y también atacó a otros jugadores que sí estuvieron en la lista como Manuel Pablo, Duscher o el canario Valerón.