Las bengalas se apagaron después de que Manu pusiese las cartas boca arriba con su gol. La alegría fue aún mayor al final del partido porque se repitió la historia de Leeds, adonde el Málaga llegó como víctima.
Las bengalas se apagaron después de que Manu pusiese las cartas boca arriba con su gol. La alegría fue aún mayor al final del partido porque se repitió la historia de Leeds, adonde el Málaga llegó como víctima.
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